Luego de un fin de semana de debates y con las elecciones cada vez más cerca, Macri hace sus últimos intentos de sumar algún punto en la elección presidencial mientras que Larreta intenta afirmarse y evitar que Lammens sume más votos de los que obtuvo en las PASO.
En el debate entre los candidatos a Jefe de Gobierno realizado el jueves pasado, cuyo formato de presentaciones relámpago de un minuto y medio convence a muy pocxs, la salud y la educación, dos de las cuestiones fundamentales para disminuir la pobreza y lograr una verdadera inclusión y justicia social, conformaron un bloque temático junto con la cultura.
Esto significa que los candidatos se vieron obligados a limitar sus exposiciones a unos pocos elementos fundamentales de sus proyectos. Pese a esto, el candidato de Cambiemos no dudó en plantar datos engañosos y promesas absurdas que distan de la realidad tanto en su gestión como en la de su predecesor en la Ciudad, el actual presidente de la Nación.
Robótica mientras se caen los techos
Larreta propuso incluir “robótica, educación digital y programación desde sala de 5”. Si esto se cumpliera, significaría un avance en la educación pública porteña, que llegaría a altos niveles internacionales.
Sin embargo, es muy poco creíble (y, si efectivamente sucediera, estaríamos frente a un serio problema de prioridades) proponer clases de robótica en escuelas con graves problemas de infraestructura y en las que lxs chicxs -muchxs de ellxs no pueden comer en sus casas- ven reducidas sus viandas año tras año, tanto en cantidad como en calidad.
En cuanto a la infraestructura, el legislador Gabriel Solano denunció que se presentaron ciento cuarenta casos de crisis edilicias en un mes, con falta de certificado de obras y escuelas sin gas. Las roturas de techo (mampostería que se cae sobre maestrxs y alumnxs), descargas eléctricas e inundaciones son constantes. Esto se pudo ver claramente el fin de semana luego del debate, cuando la lluvia dejó completamente inundada la escuela N°11 de Villa Lugano, que fue construída el año pasado y es una de las famosas cincuenta y cuatro nuevas escuelas de las que se vanagloria Larreta.
Según el sitio Chequeado, Larreta no solo mintió al decir que había construido una escuela por mes (en realidad, el número es menor a 0,86) sino que no fue del todo claro con el “Plan 54 Nuevas Escuelas”. En las publicidades oficiales de la Ciudad (rubro en el cual se gasta cada vez más) se “informa” que el gobierno de la Ciudad ofrece 9 mil vacantes nuevas a partir de la creación de cincuenta y cuatro escuelas. Sin embargo, si todo continúa como se promete desde el Pro, a fines de la gestión se habrán creado únicamente treinta y seis nuevas escuelas reales, debido a que al menos dieciocho serían simplemente reemplazos de establecimientos ya existentes, y, dentro de estas relocaciones, sólo once generarían nuevas vacantes.
El problema de todos los años: la falta de vacantes en las escuelas
Larreta introdujo el tema de las vacantes en el debate, a pesar de que suele ser una de las debilidades de su gestión, al asegurar que es un gran éxito tener vacantes en aumento y que actualmente alcanzan para todxs lxs niñxs mayores de cuatro años.
Sin embargo, como bien señaló Lammens, la Constitución de la Ciudad establece como derecho la educación a partir de los cuarenta y cinco días de vida. Esto está lejos de cumplirse en Buenos Aires, con más de diez mil niñxs menores de tres años sin vacantes en los establecimientos públicos. Respecto al año pasado, la faltante en el nivel inicial aumentó en un 70%.
¿Cómo es posible que el partido político que más defendió la importancia de la educación inicial en su campaña omita inescrupulosamente este derecho constitucional?
Además, esta falta de vacantes no puede ser estudiada de manera aislada. Se inscribe en un contexto de crisis económica en el cual cada vez menos familias pueden optar por guarderías y centros de primera infancia privados, sumado a que lxs integrantes del grupo familiar se ven obligadxs a volver a su actividad laboral lo antes posible para llegar a fin de mes. De más está decir que las más afectadas con la falta de vacantes son las madres, que ven cada vez más difícil progresar en otras esferas de su vida al verse encargadas en su totalidad del cuidado y crianza de sus hijxs.
El gobierno de la Ciudad, cuya conducción está en manos del mismo grupo político que generó este ajuste y hambre a nivel nacional, debería tener como prioridad proporcionar una red de contención para las familias porteñas, y no empeorar su situación.
Secundaria del Futuro y UniCABA
El jefe de gobierno y candidato por Cambiemos resaltó como avances educativos de su gestión la implementación de la reforma “Secundaria del Futuro” en un 30% de los colegios secundarios, y la promesa de expandirlo al resto lo antes posible, así como el proyecto de “jerarquización de la formación docente” UniCABA.
Estos dos proyectos fueron inconsultos dentro de la comunidad educativa, la cual mostró clarísimos signos de resistencia y repudio en ambos casos: en 2017, estudiantes de 29 secundarias tomaron colegios expresando su rechazo hacia esta reforma que planteaba una baja en el contenido educativo y la implementación de pasantías no pagas en empresas privadas, es decir, la expansión de la precarización laboral hacia lxs pibxs que están en el colegio.
Por su lado, el proyecto UniCABA fue fuertemente rechazado por lxs docentes y lxs estudiantes de los 29 profesorados que se planean cerrar para crear una única “universidad de maestros”. Cuando se aprobó el proyecto, en noviembre del año pasado, la Policía de la Ciudad provocó y reprimió injustificadamente a lxs que se manifestaban de manera pacífica afuera de la Legislatura.
El GCBA nunca prestó atención a estos sucesos y no dio un paso atrás en el contenido de los proyectos. Cabe preguntarse qué dice de un partido político que sus “mayores logros” en materia de educación hayan sido completamente rechazados por la comunidad afectada.