Ponele.info

5 cosas que pueden interesarte de El predicador invisible, la novela de la juventud kirchnerista y sus contradicciones

1. Ayuda a pensar el kirchnerismo

Hace un tiempo alguien se preguntaba en las redes sociales: ¿quién escribirá la novela del kirchnerismo? Yo digo sin temor a equivocarme que El predicador invisible de Mariano Abrevaya Dios es la novela del kirchnerismo; o más precisamente: la novela de la juventud kirchnerista y sus contradicciones.

 

2. Retrata la cultura en los barrios en la era de la supuesta bonanza

Hay un texto de Richard Hoggart publicado por primera vez en 1957 que entra en sintonía con esta primera novela de Abrevaya Dios. Se llama: “La cultura obrera en la sociedad de masas”. Y si bien no es una ficción, sino un material académico, allí aparecen varios elementos y sobre todo una mirada sobre el objeto #pobres, #necesitados, #vulnerables, que bien puede ayudarnos a ubicar a El predicador invisible en cierta tradición: el realismo sucio. Existiría –siguiendo a Hoggart– un abanico de narrativas que va desde la minuciosa descripción de los aspectos físicos de la clase obrera, (que hacen los grandes novelistas) hasta las fantasías baratas de los novelistas de tendencia manipuladora que describen a los obreros como: “hombrecitos de gorras planas que hablan poco y hablan mal, con esposas relucientes y que son muy buenas personas”. Hoggart llama a rechazar abiertamente estas “caricaturas”, así llama a esas representaciones; y sostiene que estas encierran cierta verdad pero que la presentan en tono de burla. Burla. Todo lo que no hay –ni asoma de lejos– en El predicador invisible.

 

3. Tiene besos, goles y muchas de las cosas que una buena trama necesita.

Pelotas, volantes, goles, bombos, banderas, referentes barriales, sexo, drogas y rock and roll. Demián Konfino observa en el prólogo que: “Abrevaya Dios conoce lo que escribe. Y se nota”. Agrego entonces que no hay burla cuando hay cercanía, cuando existe una mirada que permite dobleces y contradicciones. Y noten que no digo “mirada benévola”, o “pintoresca”, o “complaciente” sobre esos pibes de un barrio marginal de la Ciudad de Buenos Aires. Lo que vas a encontrar en El predicador invisible es la mirada de un escritor que sabe que la ficción también es una forma de la historia. Y que esos pibes, esos punteros, esas mujeres fuertes que administran un conventillo de La Boca, esos militantes que ponen el cuerpo para esas tareas, no son otra cosa que actores sociales de un momento determinado de la clase obrera, en un país inmenso del fin del mundo, que cada tanto se pierde y se destruye.

 

4. Construye una épica contra el individualismo

Si Fogwill escribió la novela de los 80`s al retratar en Los Pichiciegos la Argentina de los milicos atravesada por el conflicto de Malvinas, y Sebastián Robles escribió los 90`s en Los años felices, una novela en la que un pibe se enamora mientras el neoliberalismo arruina a su familia y saquea la arcas del Estado, esta novela retrata sin dudas el movimiento pendular opuesto. El predicador invisible es la novela de la militancia kirchnerista, de la vuelta de las políticas públicas y la recomposición del entramado social y cultural, del intento fallido de que los lazos rotos se repongan, de una serie de errores que no se niegan, de mujeres fuertes que no se dejan bardear y que luchan por cambiar la realidad, saliendo de sus caparazones individualistas.

 

5. Porque la lectura es una de las cosas que el gobierno no va a poder devaluar

Por último. Vos y yo sabemos que: con los libros no se hace la revolución. Pero qué acto esencialmente revolucionario es escribir libros, construir ficciones, narrar experiencias, perder el tiempo que no es dinero, ni dólares, ni lebacs, ni mucho menos un fondo de inversión en una cuenta oculta en alguna isla del extranjero, para leer y reseñar libros. O para escribirlos. Lo mismo da. Dilapidar el tiempo sin transformarlo en dinero no deja de ser un gesto anarquista. Porque el tiempo nuestro, de los que todavía queremos seguir hablando de “nosotros” y no de “mí”. Y, por ahora, es algo que no van a poder devaluar.

contacto@ponele.info