1. Toda la obra de Dani Umpi (1974) –que incluye, además de música, literatura de todo tipo, participaciones en películas y muestras de arte contemporáneo– dialoga entre sí: los libros hablan con las propuestas gráficas, las canciones whatsappean con los poemas, las novelas terminan transformadas en películas y un recital puede convertirse, en cualquier momento, en una performance inentendible. Todo se mezcla con todo, y todo parece venir junto, en el mismo paquete, con sello uruguayo.
2. Porque puede interpretarse que su último disco, Lechiguanxs (box 2) (2020), es el tercer capítulo de una serie que atrapa a quien la escucha. El álbum, subido a Spotify en plena cuarentena, es el segundo volumen; el primero es Lechiguanxs (box 1) (2019), que contiene los restos de Lechiguanas, de 2017. Compartiendo elementos muy parecidos –el electro pop, la voz a veces melodramática, la resaca del tonti pop, la mezcla de géneros, los invitados que entran y salen, las letras que cuentan historias–, los tres discos crean una complicidad que invita, a quien no conoce las otras partes, a embeberse de lo anterior. Como el que mira un capítulo suelto de una serie, supongamos el tercero de la cuarta temporada de Mad Men, y se muere de curiosidad por ver qué viene atrás de lo que acaba de pasar.
3. Un poema famoso de Mariano Blatt dice: “Hay que escuchar música de ahora porque la música está hecha para resolver problemas. Así, la música de ahora resuelve los problemas de ahora”.
4. Porque si sos uno de esos que creen que leer es importante pero no te da ganas de hacerlo, entonces podés hacer esto: ponés el disco de Umpi mientras lavás los platos y es como si hubieras leído un poema de alta categoría. Y a cualquiera que te diga que las letras de las canciones no son poemas le respondés que Bob Dylan obtuvo el Nobel de Literatura en 2016 (y Bob claramente compuso muchas más canciones que literatura).
5. Dani Umpi y Carlos Gardel nacieron en Tacuarembó, al norte de Uruguay. Esta razón tuvo que haber influido cuando no le dieron el Premio Gardel al “Mejor álbum masculino de artista pop” en 2017. Aunque los jurados eran argentinos, y los argentinos suelen insistir con que las historias que lo hacen al morocho del Abasto de otro país son inventos baratos. Terminó ganando Abel Pintos.
6. Porque, como se la pasa produciendo, le hacen muchas entrevistas en las que cuenta, una y otra vez, qué está haciendo de nuevo. Y gracias a su serie de discos ahora es de público conocimiento que las lechiguanas son unas avispas chiquitas que producen una miel que no termina de entenderse si es tóxica o no.
7. Porque él mismo, al grabar versiones de Jaime Roos, nos da la respuesta para quien venga a increparnos con que la música uruguaya no está en “Cleopatra entrando en Roma” o en “Punta 92 2002”. Claro que sus versiones son en un inglés muy mal pronunciado, y, según cuentan, cuando Jaime las escuchó no las entendió y no supo bien si formaban parte de algún chiste.
*Foto de portada de Enrique Sarkis (Facebook de Dani Umpi)