Ponele.info

Adrián Outeda: un héroe del under argentino.

“Estoy un poco cansado a esta altura del año. Yo laburo de portero medio turno en Recoleta y se trata de un público, digamos, bastante exigente. Es un laburo cansador”, cuenta Adrián Outeda, un cantante y compositor que puede ser definido como un verdadero héroe del under argentino. “Nunca me monté a un personaje, no me sale. Soy el mismo arriba y abajo del escenario. No está mal montarse a un personaje pero el problema es que te coma”, dice y se lo ve entero, lúcido, activo. Hace pocos días (el pasado 1 de octubre) se subió a un escenario (el Complejo Art Media) con Satan Dealers (tienen 24 temas nuevos, 7 discos publicados y 23 años de existencia) para tocar canciones de NDI, su banda anterior que ocupa un lugar mítico en la escena hardcore argentina de los 90. “Fui el más reticente a aceptar esto pero lo vamos a hacer más que nada porque hay generaciones que no escucharon esas canciones en vivo, quizás sea una de las últimas veces que hacemos algo así”, asegura. Con NDI vuelve a tocar a fines de noviembre. Además, acaba de sumarse a una nueva banda: Los Péndulos, con quienes despunta el vicio postpunk bien oscuro pero con un ritmo que surfea lo luminoso en su primer disco homónimo. Por otra parte, prepara su disco solista y está al frente de otra banda con sus amigos de Córdoba: Caszanegra, su primer disco La felicidad de los malvados está colgado en YouTube.

Es muchísimo —también pinta: “estudié Bellas Artes, es un escape muchísimo más grande que la música”, dice— porque así le gusta hacer las cosas. Se trata de historia y futuro en un mismo cuerpo, una misma voz.  

¿Cómo te trató la pandemia?

No me enfrascó en mi casa. Tuve que salir a laburar igual porque era personal esencial. Por otra parte, Bandera de Niebla se separó por cuestiones de salud de uno de los integrantes. Pero con Satan Dealers compusimos mucho en plena pandemia y habíamos decidido tocar muy pausado para hacer fechas puntuales y que estuvieran buenas. También, no te voy a mentir, la edad hace que uno haga las cosas con otros tiempos. Hay que descansar un poco. Veo que la pandemia hizo que creara mucha música. Lo malo es que yo era uno de los pensaba que de esta pandemia íbamos a salir un poco más humanos pero no, nada que ver, estamos en un nivel de miseria total.   

La voz, en las canciones de Los Péndulos, la posicionás en otro lugar.

Siempre me gustó cantar. Desde los 16 o 17 años que fui a ver bandas que me dieron una impronta para poder cantar este tipo de canciones. Vi en la segunda parte de los 80 a Los corrosivos, Los pillos, la primera época de Todos tus muertos. No es lo mismo pero algo que ver tiene.   

¿Cómo surge este grupo?

Es un proyecto de los chicos que querían un cantante. Lo pensé mucho porque es una exigencia estar en una banda nueva cuando tenés otra. Pero me gustaron los temas y le di para adelante. Ahora tenemos 14 canciones nuevas que vamos a entrar a grabar a mediados de octubre. Los Péndulos tiene algo oscuro pero también te hace mover el piecito. Pero vamos tranquilos, nos propusimos hacer una fecha por mes. Además, por cómo está la escena y los costos en nuestro país, siendo una banda nueva no podés tocar más que eso. No hay muchos lugares, el circuito es muy chico para alguien del under. Por ejemplo, con NDI al único lugar al que pudimos salir es Uruguay, no conozco ni Chile ni Brasil. Con Satan Dealers sí tuvimos la suerte de ir a Brasil. Era otras épocas. Ahora está muy complicado para bandas como las mías. 

Hay todo un pasado que te construye. ¿Cómo te llevás con ese pasado?

Me cuesta bastante la nostalgia, no me gusta. Al artista se lo tiene que valorar en el presente. Valorar lo que se hizo pero darle más importancia al hoy. La nostalgia me hace ruido. Yo hago música desde los 18 años y es el día a día. En ese sentido soy muy de avanzar e investigar en lo que me gusta. No me quedo quieto.

¿Qué recordás del under al que ibas como público en relación al de esta época?

Antes había magia en el under. Todo eso se perdió.       

En ese sentido, ¿qué representa para vos estar en una banda de rock?

Para mí es ahorrarme de ir a un psicólogo. Es bastante liberador y a la vez te ayuda  preguntarte todo y contestarte la mayoría de las cosas. 

Me cuesta bastante la nostalgia, no me gusta. Al artista se lo tiene que valorar en el presente. Valorar lo que se hizo pero darle más importancia al hoy. La nostalgia me hace ruido. Yo hago música desde los 18 años y es el día a día. En ese sentido soy muy de avanzar e investigar en lo que me gusta. No me quedo quieto.

Tus letras siempre se destacaron. ¿Cómo fue tu formación literaria?

Mi familia es muy lectora. De toda la mierda que me hicieron leer en la secundaria lo único que rescato es El guardián entre el centeno de Salinger. El primer libro que me regala mi viejo es Soy leyenda de Richard Matheson. De ahí me hago fanático de las ediciones de Minotauro: Bradbury, Ursula Le Guin, y muchos más. También descubro a Macedonio Fernández, Horacio Quiroga, etc. Siempre me gustó leer. Como letrista creo que es muy importante leer cualquier cosa. Para formarse y tener una personalidad al componer. Soy bastante movedizo con la escritura: compongo todo el tiempo.  

¿La voz la entrenaste?

Al principio es todo testosterona. Después vas aprendiendo. Mi hermano es músico y me enseñó a respirar y a cantar mejor. Hasta el día de hoy sigo aprendiendo cosas. Aprender es algo constante. 

¿El rock sigue relacionado con la contracultura?

El que agarra esa herramienta de la música y la transforma en algo propio, en hazlo tú mismo, me parece que eso es un cambio que ayuda. Con mis bandas trato de ir en ese camino. De todas maneras, vivo aprendiendo. El último día de mi vida me va a encontrar componiendo una canción y aprendiendo algo de eso.  

Tantos años en la escena, tantos años en la música ¿te quitó algo?

Todo lo que te gusta siempre te va a dar y obviamente también te va a sacar. Pero me quedo tranquilo porque siempre me dio más de lo que me sacó. Quizás cuando me sacó simplemente fue darme la cabeza contra la pared con cosas que yo pensaba que eran de una manera y eran de otra. Pero estoy segurísimo de que me dio mucho más de lo que me quitó. 

 

contacto@ponele.info