2019 se va. Este año quedará para la historia . El último de un gobierno no peronista que pudo terminar su mandato. Aún dejando un alto porcentaje de inflación, pobreza y desocupación. También una deuda impagable a cien años. Un 2019 lleno de chicanas políticas y campaña sucia por parte del oficialismo, que perdió las elecciones. El año de los trolls y el odio destilado hacia los que menos tienen. El desprecio por los indigentes, esos actores pagados por el kirchnerismo para desestabilizar al macrismo. El año de las vacaciones del presidente. El de las reposeras. El de los comentarios futbolísticos desubicados. El del “no se inunda más”. El año de las pistolas taser, de la Prefectura pidiendo el dni en el transporte público. El de los aumentos de servicios y el cepo cambiario como último recurso. El del reto a los argentinos por no votarlos en las PASO. El del “hagamos un esfuerzo entre todos” y los retiros espirituales. El del fin de varios ministerios, incluido el de salud. El del culto a la mano dura, los abusos policiales, la doctrina Chocobar y los presos políticos. El de los medios desinformando. El de la rebelión en Chile y del golpe de estado en Bolivia. El de la lucha en Colombia y Ecuador. El de la impunidad. El año de la ministra que decía que para salir de la pobreza armemos una banda de cumbia. El de los chetos especuladores con el dólar a 60 de un saque. El del que la pudo fugar al exterior. El de la plaza con rejas y el del amigo del FMI.
Se va el 2019, que arrancó en el 2015. Fueron cuatro años en uno.
En el 2019 resistimos. Militamos. Festejamos. Nos abrazamos. Reímos. Lloramos. Soñamos. Luchamos. Un año durísimo para los que vivimos el día a día. Difícil para la cultura en general. Y para los artistas que venimos laburando a la gorra, con un gobierno que nos cerraba cada vez más los espacios. Y la poca gente que venía a disfrutar un show no podía colaborar con nada. Ir a presentaciones viajando muchos kilómetros, a veces por una pizza y una gaseosa. Ni hablar si uno paga alquiler. Eventos cancelados, con poca convocatoria. Así la pasamos por acá.
Se va el 2019 y se viene uno lleno de esperanza para los trabajadores. Para los jubilados. Para los que todavía no logran conseguir laburo. Con un gobierno que ilusiona con medidas para todos. Y al que, claro, le reclamaremos cuando se esté equivocando. Que el 2020 nos encuentre unidos, trabajando para que esto camine. Para que nadie más duerma en la calle en invierno. Para que recuperemos la dignidad perdida. Para que crezca el estado, con nosotros adentro. Para que cierren los números. Que comamos asado. Que no nos digan cuándo podemos prender las estufas. Que no nos reten. Que no nos repriman. Que nos cuiden. Que todo el año sea fiesta. Y que el 2019 se vaya bien a la mierda.
2019
Nunca tuve nada
no sé porque brindar
fallé una banda este año
decepcioné
me porté mal
la pudrí como siempre
lastimé gente
perdí de todo
me deprimí
me encerré
dejé de salir
pensaba que todo
lo que había perdido
lo tenías vos
y nada que ver,
aún así
si la vida te pone
de vuelta en mi camino
te volvería a cruzar
en la misma calle
en el mismo barrio
o donde sea
pero de tu mano.