Zimbabwe es el mayor importador de preservativos del mundo, pero no encuentran un proveedor a su medida. El sur de África no es sólo una región asolada por la pobreza y la violencia, sino una de las que registra mayor cantidad de casos de HIV en el mundo. Zimbabwe, uno de los países de la región, tiene al 13,5% de su población adulta infectada con sida y ha decidido combatirlo promoviendo el uso de preservativos entre sus ciudadanos. Para ello decidieron proveerse con el mayor productor mundial de preservativos: China, con más de 300 firmas dedicadas a producir unos 3.000 millones de preservativos al año.
Sin embargo, el libre comercio internacional no previó un detalle: el tamaño. El ministro de salud de Zimbabwe David Parirenyatwa comentó que los jóvenes de su país se quejan del pequeño tamaño de los preservativos chinos y propuso que la nación africana fabrique sus propios condones en lugar de importarles. Rápido para los negocios, Zhao Chuan, CEO de la fábrica de condones Beijing Daxiang and His Friends Technology Co, afirmó que su empresa producirá preservativos en diferentes tamaños para atender los reclamos africanos. También se excusó diciendo que, a diferencia de los africanos que priorizan el tamaño, el consumidor chino prefiere preservativos más delgados.
De hecho, este año China superó a Japón en la producción de los preservativos más finos del mundo. Por otro lado, China misma ha tenido problemas con los preservativos importados de Malasia y Tailandia, el 43% de los cuales llegó fallado.
El conflicto por los preservativos llega en un momento muy delicado. China es el principal inversor en África y su comercio con el continente viene superando a Estados Unidos desde 2009. Este año, el especial de Año Nuevo Chino de CCTV, el canal público chino, incluyó un número cómico en el cual una actriz china personificó a una “madre típica africana” con la cara pintada de negro y unas nalgas postizas gigantes, mientras charlaba con un mono. A los africanos el chiste no les dio mucha gracia. Habría que ver de qué manera los africanos personifican a un “padre chino típico” luego de la queja por los preservativos pequeños.