Desde que el pasado 25 de noviembre Diego Armando Maradona pasó a la inmortalidad, se lo homenajea y recuerda de todas las formas posibles. En Cananor, India, un hotel donde se hospedó apenas dos días se transformó en un museo en el que se exponen desde los cubiertos que usó hasta las cáscaras de la ensalada de gambas que El Diego se comió en 2012; en Binnish, Siria, el artista plástico Aziz Asmar pintó un mural de El Diez en una pared de su casa destruida por los bombardeos; los jugadores del Pakhtakor, de Uzbekistán, salieron a la cancha con una camiseta especial con la imagen de La Mano de Dios. Y en Twitter, en el país de los twitteros, una cuenta llamada Maradonoir postea fotos de él y las relaciona con clásicos del cine, sugiriendo que, tranquilamente, cada una de las imágenes podría ser parte de la película mencionada y no de la vida del jugador de Villa Fiorito. No es raro, dado que el Diegote tuvo una vida de película.
Aunque la cuenta –creada unos seis meses después de su muerte– linkea al genio del fútbol mundial con todo tipo de películas, que lo relacionen con el cine noir no parece ser casual. Los protagonistas de este estilo de cine –que conoció su esplendor de 1930 a 1950– son antihéroes, marginales, perseguidos por sombras oscuras que salen de todos lados, con ambigüedades morales y conflictos eternos. Las películas buscan retratar una sociedad corrupta, corrompida, violenta y cínica, que se sostiene nadie sabe cómo. La insanía mental, los vicios, la pasión desmedida; todo eso en el cine noir está en primer plano, haciendo jueguito con la habilidad del protagonista para resolver lo que nadie puede. Si agregamos que los protagonistas acostumbran a terminar mal, tristes y poco valorados, ¿no parecería que estamos hablando de algunos momentos de la vida de Diego Armando? Podría decirse que sí. Aunque, ya se dijo, la cuenta relaciona las fotos con películas de todos los géneros.
El Diego manejando un camión, con anteojos de sol, pelo corto, flaco, un arito que brilla en la oreja izquierda, una remera amarilla de Nike. A su cuerpo se lo ve entre un espejo retrovisor gigante y el camión, de un color azul claro. No se entiende bien si tiene acoplado, parecería que no, aunque no se sabe. Maradona es el protagonista de Duel (1971), una de las primeras películas de Steven Spielberg, que cuenta la historia de un camionero al que le van pasando cosas muy extrañas. Una mezcla entre aventuras, road movie, suspenso y terror.
El Diego de espaldas, con una pelota en la mano. Tiene puesto un conjunto rojo pasión, rojo intenso. Está rodeado de personas de rasgos orientales. Frente a él podemos ver a un hombre oriental, pelo tipo Carlitos Balá, auriculares colgando y los brazos caídos a los lados. Atrás, un arco. Los dos parecen estar en el patio de una escuela. Maradona es uno de los personajes de Akira, de Katsuhiro Ōtomo. Clásico del animé basado en el manga que lleva el mismo nombre, transcurre en un futuro apocalíptico, en un mundo en ruinas. La moto de uno de los personajes es de un rojo igual al del conjunto que tiene puesto en la foto quien se ganó el corazón de los argentinos.
The Graduate (1967) pic.twitter.com/SpQ8T5RCbW
— Maradonoir (@maradonoir) June 14, 2021
El Diego, de frente, sin remera, mirando a cámara, haciendo el gesto que se les pide a los fisicoculturistas. Tiene la cara pintada con los colores de Boca, resaltan un collar, un reloj de oro y un shorcito blanco. Maradona está ahora en Apocalypse Now, la joya de tres horas que hizo Francis Ford Coppola basándose en una novela de Joseph Conrad. Un capitán obligado a meterse en una selva de Vietnam, en búsqueda de un coronel que se volvió loco y se cree un semidios. Ese coronel, interpretado por Marlon Brando, tiene un grupo de seguidores que considera que cada una de sus palabras son santas.
El Diego, que se fue de un día para el otro, sigue vivo en cada una de estas imágenes. Cada una nos recuerda que tuvo una vida de aventuras, de heroísmo, fiestas, fútbol, oscuridades, gloria y excesos. Las fotos de Maradonoir recuerdan, una y otra vez, que Maradona tuvo una verdadera vida de película. La mejor película de todos los tiempos.