La marca multinacional de origen sueco H&M (Hennes and Mauritz), fundada en 1947 y dueña de más de 4700 tiendas repartidas en 69 países de América, Asia, Medio Oriente, África y Europa, cuya sucursal de Chile es frecuentada por aluviones de argentinos dispuestos a llevarse todo lo que puedan (es usual verlos salir con valijas llenas), y cuyas prendas son confeccionadas por mano de obra semiesclava en Vietnam, Indonesia, Bangladesh, Camboya y otras naciones asiáticas, fue protagonista de una nueva controversia en Estados Unidos. Esta vez la marca había sido demandada luego de plagiar en sus locales un graffiti del artista norteamericano James “Revok” Williams. Como respuesta, los poderosos abogados de la multinacional decidieron a su vez demandar a “Revok” aduciendo que su trabajo original, situado en el barrio de Brooklyn de Nueva York, había sido realizado en forma ilegal ya que el mismo no había sido autorizado.
La respuesta de “Revok” fue llamar a un boicot a través de las redes sociales, y su iniciativa tuvo un gran eco en toda la comunidad artística estadounidense. A tal punto que los ejecutivos de H&M decidieron retirar la demanda, y a través de un comunicado especial expresaron que “Debimos haber abordado esta cuestión de una manera diferente y actuado de otra manera. Nunca fue nuestra intención sentar un precedente en lo relativo al arte en el espacio público ni propiciar un debate sobre la legalidad del arte callejero. Como resultado, decidimos retirar la demanda que realizamos en los tribunales. … Les agracedemos a todos por sus comentarios y por su preocupación, y como siempre, las voces de todos nos importan”. En simultáneo, la marca retiró la publicidad que utilizaba la obra de Revok de su sitio.
Contaminación y Racismo
Aunque pese a esto los tribunales decidieron que Revok no debía percibir royalties por el beneficio causado a H&M por el uso de su mural, la controversia por el estatuto del arte callejero sigue abierta. Por el lado de H&M, no es la primera vez que sus “polémicas” campañas sufren boicots y que los consumidores logran torcerle el brazo. En enero de este año, debió retirar de circulación y disculparse por un aviso que mostraba a un niño afro-americano con un buzo que contenía la leyenda “El mono más cool de la jungla”. Dicho aviso generó un gran revuelo en la opinión pública y diversos medios que contaban con publicidad de la compañía se negaron a continuar sus vínculos. En aquella ocasión, H&M terminó excusándose y emitiendo un comunicado similar al aparecido en el caso Revok, y además decidió contratar a un “líder en diversidad”.
No era la primera vez que la marca era acusada de racismo. En Sudáfrica, por ejemplo, la marca había declarado que no utilizaba modelos de color porque eso afectaba la imagen de sus productos. Además de eso, H&M recibió diversas acusaciones por el tremendo impacto ambiental de sus fábricas (en 2010, un complejo fabril del que participa en Bangladesh produjo 1.100 muertes por intoxicación), sino también por el clima de acoso sexual que se vive en las mismas. Esto viene acompañado por serias denuncias sobre el hecho de que la marca emite impresionantes toneladas de desperdicios fruto de la ropa que deshecha de sus locales, gran parte de la cual nunca fue usada y es destruida. H&M Internacional decidió no pronunciarse sobre ninguna de estas acusaciones.
Ponele que H&M venga dentro de poco a Argentina… ¿vos les comprarías?