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Las Tunas, mi lindo barrio querido

Si Tigre fuese una familia, el barrio Las Tunas sería el hijo que pudo haber sido todo pero nunca llegó a nada. Un gueto de treinta mil habitantes en el medio de parques industriales, barrios privados y un frigorífico tóxico, todo atravesado por una ruta nacional. En Las Tunas no existen las clases sociales. Acá sos pobre o andás más o menos bien. El arroyo más contaminado del gran Buenos aires lo parte al medio. De un lado o del otro las realidades son las mismas: casas precarias, autos abandonados y ferias americanas de lunes a lunes.

En el barrio llegamos tarde a todo. Estamos a menos de una hora del obelisco, a quince minutos del centro de Tigre, y sin embargo tardás el doble en llegar a destino, siempre. Los colectivos a paso de hombre y la mala coordinación de semáforos, explosiva combinación. Todavía no hay gas natural en gran parte del barrio y muy pocos pueden acceder a servicio de internet. Sin embargo, es uno de los lugares que más aporta en impuestos.


El corredor Bancalari divide a Las Tunas del complejo Nordelta. Es una especie de autopista sin peajes, exclusiva, por donde transitan los habitantes del country más famoso de Argentina. Un paredón de cinco metros, con alambres de púas, cámaras y cercos electrificados. Mi barrio es considerado peligroso. Aunque las estadísticas confirmen lo contrario. De un lado, pibes que roban bicicletas o ropa de la soga; del otro, narcos, políticos y (hasta hace poco) Juan Darthés. Sin contar que muchos están colgados de la luz, tienen personal doméstico en negro y pagan servicios de terreno baldío. La gente bien no es tan de bien.

Un auto pasa despacito para no romper nada en la loma de burro. De las cientas que hay en estas calles. Un kiosco que ofrece hielo en botella las 24 horas. Vivir en Las Tunas es como estar previando eternamente. Gente que saca la mesa a la vereda. Adentro se pone insoportable. El ventilador solo tira aire caliente. Hay que manguerearse con agua fría antes de ir a la cama. El calor nos castiga fuerte. Donde antes eran campos arbolados, hoy son lagunas artificiales para la vista del new rich.

Las Tunas, Las Tunas
Mi lindo barrio querido
Las Tunas, Las Tunas
Mi tierra que no la olvido…

Damián Quilici

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