La menstruación, ese tal amigo Andrés que viene a molestar por una semana siempre fue tratada como un tabú. Sin embargo las publicidades sobre productos de higiene femenina están en todas partes: por la calle, cuando scrolleamos internet, al mirar la tele mientras almorzas con la abuela…Tampones, toallitas -con sus mil y una variaciones de grosor, alas, olor, textura, etc- y protectores diarios por todos lados. Pero hay un nuevo integrante en el equipo de higiene menstrual, un new kid on the block que está dejando de ser una leyenda urbana y tiene cada vez más reconocimiento del público: la copa menstrual.
Aunque para algunos suene como una novedad, la copa menstrual existe desde 1867, y fue patentada en 1932 por L.J. Goddard. Hace ya varios años se utilizan en Europa y están ganando popularidad en el mundo, pero hay mucha información falsa y preguntas a su alrededor. Es un objeto fabricado con silicona médica hipoalergénica de alta flexibilidad, que no altera el PH ni contamina el medio vaginal, ni produce afecciones dermatológicas. Además, tiene una durabilidad de diez años, que no solo le da un respiro a las billeteras, sino que es una alternativa muy eco-friendly: en promedio, durante 40 años una sola mujer habrá generado 2600 kilos de basura de toallitas y tampones.
Estos son los mitos más comunes de la copa menstrual, y sus verdades:
1. Es antihigiénica y puede causar infecciones.
Falso. Muchos ponen en duda su higiene al ser reutilizable, sin embargo, su material está pensado para respetar la flora y PH vaginal y es hipoalergénica. Es más limpia que los tampones y toallitas del mercado, y a diferencia de estos, que están fabricados con químicos nocivos para la salud (que pueden llegar a causar pérdida de extremidades o hasta la muerte, por contraer TSS -toxic shock syndrome-) no causa ningún tipo de infecciones ni alergias.
2. Es incómoda y no se puede dormir ni hacer deporte con ella.
Falso. Al igual que con un tampón, puede que al principio duela el proceso de ponerla y quitarla, pero porque es algo nuevo para el cuerpo. Una vez que esté bien colocada, ni siquiera se siente.
La copa menstrual está diseñada para ajustarse perfectamente a los músculos vaginales de cada mujer por lo cual, independientemente de los movimientos o las posiciones que tenga la usuaria, la copa recolecta el fluido sin riesgos.
3. Es demasiado cara
Tambien, falso. Haciendo una simple cuenta es fácil concluir que la copa menstrual es una alternativa económica, ya que su precio ronda los 500-600 pesos, y tiene una durabilidad de entre 5 a 10 años, dependiendo la marca.
Los productos de higiene menstrual son imprescindibles, aunque la gran mayoría solo conoce las toallitas y tampones, porque son los que se publicitan, y, en general, conocen los médicos. Una persona gasta alrededor de 1000 pesos anuales en los mismos, y quienes no los tengan, se verán excluidos de sus vidas diarias una semana al mes, y serán más propensos a infecciones por utilizar métodos poco sanitarios.
La menstruación es causa de ausentismo y deserción escolar, problemas de salud, y contaminación ambiental. Crea una desigualdad económica y social que sigue siendo ignorada.
Por eso, muchas organizaciones luchan para visibilizar la menstruación y para que el Estado reconozca los productos de higiene menstrual como artículos de primera necesidad.