En este viernes de Ponele Música presentamos a Mailén Pankonin, una joven música, escritora y fotógrafa que aprovechó la cuarentena para componer y compartir sus canciones. Su talento musical, hasta hace unos meses reservado solo para sus allegadxs afortunadxs, comienza a abrirse camino dentro de la escena juvenil. Tuvimos el placer de conocerla -a través de la pantalla, con su desordenada biblioteca de fondo- y charlar un rato sobre los efectos de la música en su vida.
Una fuerte al pecho: ¿qué significa la música para vos?
La música, y en especial el canto, siempre me cautivaron muy particularmente. Me estoy dando cuenta de que lo tomaba como un espacio íntimo del cual no me hacía cargo del todo, como sí hice con la fotografía, estudiando en un terciario, publicando mis trabajos, etc. Un mes antes de la cuarentena retomé la composición, y a medida que empezaron a aparecer ciertas personas y comencé a vincularme con más amor hacia la música, me di cuenta de que era el lugar en el que me siento más cómoda y feliz. Hay algo que pasa a nivel físico, más allá de lo emocional, que no me pasa con nada. Me genera un tembleque hermoso.
¿Y cuándo comenzaste a relacionarte con ella?
Parece irreal, pero a los 2 años iba a un colegio de música, un estilo de conservatorio privado, donde hacía clases de expresión corporal para niñes. Después, mis viejxs me anotaron en una parte muy linda que tenía el IUNA -ahora UNA- que era un desprendimiento del departamento de música, y de los 5 a los 12 hice expresión corporal y piano. Fue una experiencia hermosa, me cambió mucho la vida porque eran docentes de la carrera de profesorado de música que les daban clase a niñes. A los 12 tuve una “pelea” con el piano, rompí partituras, me metí en el canto -desde los 9 cantaba con mi viejo mientras él tocaba la guitarra- y desde los 14 a los 18 tomé clases.
¿Qué estilo te gusta escuchar? ¿Te ves influenciada por algún artista o género en especial?
El folklore, los boleros y los tangos son tres géneros que en mi vida son esenciales. Después escucho pop, techno, lo bailo y aguante, pero el otro día, ponele, me dormí llorando escuchando a Elena Roger cantando Las cosas tienen movimiento. Me gustan las canciones que tienen imágenes, y para mí el folklore tiene algo muy visual de nuestro territorio que en las canciones de otros lugares no están reflejadas. Los boleros y los tangos tienen mucha emoción, hay una intensidad latina tremenda que nunca vas a encontrar en un tema alemán. La imaginación me parece una de las herramientas más hermosas que tenemos, pero no hay nada como poder hablar de lo que tenés cerca, de lo que vivís y lo que te atraviesa. No hay nada más genuino.
¿Cómo se da tu proceso creativo?
Casi siempre compongo con el teclado y alguna vez en la guitarra. En general voy probando ciertos acordes para ver cómo queda la armonía y los conjugo con versos de poemas que voy encontrando. Por ejemplo, los temas que están en el EP son versos que fui tomando de poemas que escribí entre 2015 hasta marzo de este año. A veces, igual, compongo canciones in situ, probando ambas cosas en el momento.
Durante la cuarentena sacaste varios temas, entre ellos el EP Té con Masitas: ¿el encierro te impulsó a crear, o más bien a hacer públicas canciones que estaban guardadas?
Un poco de las dos cosas. El encierro me ayudó a componer un montón, y la música fue una línea de escape y de distracción importante. Por otro lado también me animé a sacar algo que sólo mostraba en círculos íntimos o en momentos esporádicos, pero que vengo haciendo desde que soy muy chica.
https://www.instagram.com/p/CDai2vEgine/
Además de música sos fotógrafa y también escribís poesía, ¿te gustaría algún día juntar las distintas ramas artísticas en un proyecto audiovisual?
¡Sí! De hecho desde el año pasado hago una clínica de obra enfocada en fotografía, y este año pasó a ser prácticas artísticas porque la profesora se dio cuenta de que todes encarábamos por distintos lados nuestros proyectos. Un día ella me dijo que podía llevar mis canciones a la clínica, y me encantó porque pensé que mis temas podían transformarse en, por ejemplo, un disco-instalación. Siempre presenté mi trabajo desde la imagen y quizás, ahora que la música está más presente que cualquier otra disciplina en mi vida, sea momento de fusionar y flashearla un poco.
REVIEW
Té con Masitas es un EP de historias que relatan (des)amores con una dulzura y emoción genuinas. Cada canción es un poema que logra retratar un sentimiento, lo que parece una locura: ¿cómo fotografías un sentimiento y lo plasmas en una canción? Mailén lo hace con una suavidad y presencia inigualables, acompañando su increíble voz con melodías en el piano, dejando como resultado este fanzine musical.
Podés escuchar Té con Masitas acá:
Fotos: (ambas autoría @mailenpankonin)