Ponele.info

Una breve guía para hacer arte en la calle

 

Hace muchos años viene desarrollándose La Breve Guía: una serie de encuentros ideales para quienes les interesa iniciarse en el mundo del arte urbano y no saben bien cómo hacer. Ahora, en septiembre, es una nueva oportunidad para participar de esta actividad.

Desde Ponele hablamos con Oveja MPC sobre su taller de arte urbano, nómade y mutante.

¿En qué va a consistir el taller de arte urbano y nómade?

Son una serie de ocho encuentros orientados a personas que les interese llevar adelante algún procedimiento artístico en el ámbito del espacio público. La Breve Guía está dividida en dos partes: la primera son cuatro encuentros en mi taller -en el barrio de Coghlan- que están dedicados a conocernos y hacer un repaso veloz de la historia del arte en las paredes. Vemos películas, visitamos la obra de algunos referentes y hacemos un pantallazo de las técnicas más habituales que se usan en la calle (pegatinas, plantillas, etc.) y algo acerca de los materiales más usados (látex, esmaltes, aerosoles). Y después, sí, viene la parte nómade, donde salimos a la ciudad, a zambullirnos en el dinámico y cambiante mundo del arte urbano en el que cada integrante llevará adelante sus proyectos.

¿A quién va dirigido? ¿Hay que tener conocimientos previos?

No hace falta tener una experiencia previa en técnicas ni haber salido antes a pintar a la calle. El arte urbano en ese sentido es muy “generoso”, muchos de sus métodos se pueden implementar muy sencillamente. Vengo haciendo La Breve Guía hace diez años y en todo este tiempo me encontré tanto con gente que ya venía trabajando en el mundo del arte y quería llevar esa práctica al formato callejero como con participantes que habían empezado con alguna técnica, pero querían desarrollar otras. Para mí, lo interesante de un taller es que se crucen personas con distintas historias y trabajos, que permita aprender de los procesos de los otros participantes.

¿Por qué sigue siendo importante el arte urbano?

El arte urbano es una forma activa y disponible para todos de construir una ciudad más abierta, donde el espacio público siga siendo un lugar de encuentro e intercambio. Solemos creer que esa acción creadora está reservada para arquitectos, urbanistas o los redactores de los códigos de edificación, cuando en realidad es un proceso mucho más complejo y rico, donde todos tenemos la oportunidad de hacer un aporte y cambiar las cosas.

Además de hacer y promover arte urbano con tu cuenta @ovejampc, sos parte del proyecto @murales_publicitarios, donde pintan murales pagos. ¿Qué diferencias encontrás entre hacer un mural publicitario y un trabajo de arte urbano?

El universo de @ovejampc responde a mis intereses personales, a un llamado interno, por decirlo de alguna manera. Últimamente viene de la mano de una profundización en el personaje del chanchito volador, de seguir viendo qué otra cosa puede decir el Jester (con su empecinamiento en hablar en latín) respecto de algún lugar o situación y de interferirle el sentido a alguna publicidad o imagen que me encuentre por ahí. 

Por otro lado, si La Breve Guía fue la respuesta a una demanda de gente que quería aprender eso que se empezaba a ver en las calles (y que no había dónde ir a aprenderlo), Murales Publicitarios fue el artefacto que armamos para articular otra demanda: la de la gente que quería alguna clase de intervención en sus espacios —sea la fachada de un comercio, el patio de una casa privada o una escenografía— con una línea temática o estética específica.

Nos encontramos con gente que buscaba alguna clase de imagen —decorativa, de identidad de marca o ilustrativa— y nosotros podíamos poner el oficio adquirido en la calle, ofreciendo nuestra experiencia profesional de otras disciplinas al servicio de esa nueva necesidad. Trabajamos entre colegas que provenimos de diferentes ámbitos: yo soy arquitecto, hay diseñadores gráficos, realizadores, historietistas, egresados de bellas artes…, ¡y todos disfrutamos de pintar!

¿Podrías mencionar a tres artistas urbanos que te interesen?

¿Solo tres? ¡Qué difícil! Voy a hacer el intento.

CUORE, Caro Favale, es una artista que vive y trabaja en Boulogne. Tiene un historial muy interesante de trabajo en el territorio: su vínculo con vecinos, comercios e instituciones es muy prolífico. Ha estado desarrollando una curaduría para las persianas del CCEBA y estuvo grabando unos podcasts de arte urbano. Además de haber hecho una minigira pintando en algunos festivales en Europa. Se la encuentra en su Instagram como @cuore_carofavele.

ICE, Lucho Ice, es un veterano de la vieja escuela del grafiti. Siempre fue muy sensible a todo el desarrollo que fue teniendo el arte urbano en Buenos Aires, y se comprometió expandiendo su campo de acción. Es un virtuoso del aerosol, y desde hace un tiempo está trabajando con algo que es bastante reciente en Buenos Aires: hace miniesculturas de sus combis y las va dejando por la ciudad. Es, posiblemente, una de las personas más transversales de este mundillo (conoce a gente de todos los palos) y tiene el mérito de ser reconocido como una muy buena persona. Anduvo también de gira hace poco poniéndoles brillo a callejones de todo Europa, así que hay que seguirlo de cerca para ver qué va a sacar de la galera. En Instagram: @icelucho.

Finalmente, Arte Callejero Latinoamérica es un colectivo muy interesante por varios motivos. Tiene, quizás, uno de los más vastos y completos archivos donde fueron relevando toda la movida de arte, tanto en Buenos Aires como en otras de las principales ciudades del continente. Comparten a diario en su cuenta @arte.callejero.latinoamericano lo que los convierte en posibles candidatos a poder pensar y armar un museo de nuestra rama. Me parece importante señalar que no se quedan en la contemplación, se la pasan organizando pintadas y eventos. Por ejemplo, ahora mismo, están trabajando en el armado de una pequeña gira federal que arranca por una convocatoria de pegatinas en Mar del Plata en noviembre y seguramente seguirá por la Patagonia.

contacto@ponele.info