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El ciclo del gradualismo al ajustazo

El giro copernicano que se produjo en la economía desde la asunción de Macri al Gobierno Nacional comienza a mostrar su tendencia de un modo más nítido y descarnado. Pasó por distintas etapas.

 

El ADN en el debut

Los últimos días de 2015 comenzaron con la eliminación de la administración cambiaria y produjeron una devaluación abrupta del peso respecto al dólar. Retomaron un sendero ascendente y vertiginoso de endeudamiento externo. Redujeron las retenciones a las exportaciones. El precio de los alimentos pegó un estirón. Elevaron la tasa de interés y la rentabilidad financiera especulativa comenzó a ser mucho mayor a la proveniente de la producción de bienes y servicios. Abrieron de manera irrestricta las importaciones. Despidieron a cientos de empleados públicos.

En estas primeras medidas estaban los rasgos principales del proyecto económico, el ADN que puede verificarse en cada momento de la metamorfosis de la economía. No obstante, en aquel Big Bang los bolsillos de la mayoría de trabajadores y trabajadoras hacían frente a las necesidades básicas y contaban con un “resto” que aplicaban en otros rubros. Presentaban un margen objetivo para soportar un ajuste.

La principal variable de ajuste de la Alianza Cambiemos es el salario.

 

Dolarización, profundización y ajuste

En 2016 se dolarizaron las tarifas y se eliminaron subsidios, aumentando los costos a toda la economía, inmediatamente transmitidos a los precios. Continuaron los despidos de empleados públicos y comenzó a manifestarse de un modo constante una consecuencia obligada de esta lógica económica: despidos masivos, fundamentalmente en el sector industrial.

Sin embargo, había un problema político: en 2017 habría elecciones. En 2015 Cambiemos había obtenido alrededor del 35 por ciento, antes del balotaje que ganó con el 51 contra el 49 por ciento, por lo que no presentaba una fortaleza propia en el Congreso Nacional. En 2017 debería reforzar su bloque legislativo, por lo que decidieron que el ajuste en términos económicos fuera más suave que en 2016.

Luego de ganar las elecciones legislativas de 2017 con una mínima diferencia sobre su principal oponente en la Provincia de Buenos Aires, el Gobierno consideró que era el momento de apretar el acelerador y su principal medida de cambio de etapa fue la presentación de la reforma previsional. Las protestas del 14 y el 18 de diciembre de 2017 contra esta reforma también marcaron un nuevo momento en cuanto a la resistencia al modelo.

 

Presente continuo

Según el Estimador Mensual Industrial (EMI) que produce el INDEC, “la actividad de la industria manufacturera de junio de 2018 presenta una baja de 8,1% respecto al mismo mes del año 2017”. De acuerdo al mismo organismo, “la utilización de la capacidad instalada en la industria se ubica en el 61,8% en junio de 2018, nivel inferior al registrado en el mismo mes del año anterior (67,1%)”. Del último informe técnico elaborado sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares, “los resultados del primer trimestre de 2018 correspondientes al total de aglomerados urbanos muestran que (…) la tasa de desocupación alcanza el 9,1%. Estos resultados representan un aumento significativo en la tasa de desocupación con relación al trimestre anterior, mientras que las tasas de actividad y empleo no presentan diferencias estadísticamente significativas”.

El salario real se deteriora y se percibe. El consumo privado se contrajo 0,8 por ciento en julio. El clima recesivo augura que no sólo habrá que pasar el invierno porque la remota mejora podría aparecer en el segundo semestre pero de un año distante.  

Muchas empresas, en particular las pequeñas y medianas, vienen golpeadas, resistiendo, perdiendo por puntos, pero no habían podido asestarles el knockout. Ahora, muchas cayeron en la lona y para otras se precipita la caída.

Por otro lado, el ajuste en el gasto público alcanzó para cumplir con el FMI en julio. Reducción en la inversión pública, caída en las transferencias a las provincias, quita de subsidios. Pero la Deuda comienza a ser el eje del Presupuesto Nacional, cuyo proyecto deberá ser presentado en el Congreso en septiembre.

 

La profundización del modelo elimina o distancia aliados

En una nota de La Nación del 18 de agosto firmada por  Lucrecia Bullrich, se afirma que “los gobernadores peronistas aprovecharán el reclamo que los une contra la eliminación adelantada del Fondo Federal Solidario, más conocido como Fondo Sojero, para presionar al Gobierno por el reparto de la carga del ajuste al que obliga el acuerdo con el FMI”.

Duhalde, el representante político de la devaluación como salida del modelo de  la “Convertibilidad, y no de la adopción del dólar como moneda de curso legal, apoya este reclamo.

Un documento de uno de los miembros de la misión del FMI, Lusine Lusinyan, propone avanzar en una amplia desregulación del mercado laboral y en una mayor reducción de las barreras a las importaciones.

Las fotocopias de cuadernos destinadas a acusar de corrupción a Cristina Fernández y así anular o deteriorar la única alternativa de reemplazo al actual Gobierno en 2019, también tiene por objetivo golpear algunos puntos sensibles del empresariado industrial local.

Así es: el capital financiero especulativo, que tiene su centro de gravedad en EE.UU, retira sillas de aliados sentados alrededor de la mesa del festín.

 

Por si las moscas

El juego de las sillas y el ajuste no es un método para sumar amigos. El secretario de Defensa de EE.UU, James Mattis, luego de finalizar su gira latinoamericana por Brasilia, Río de Janeiro, Santiago de Chile, Buenos Aires y Bogotá,  expuso su preocupación por Venezuela, China y los movimientos “populistas”.

La refuncionalización de las Fuerzas Armadas locales es para coordinar con las norteamericanas contra las “nuevas amenazas”, y como éstas no se encuentran de las fronteras para afuera, la lógica indica que son puertas adentro (por si la peonada se pone chúcara).

Una nota de Página 12 del 19 de agosto, que trata sobre este tema, reproduce un concepto del Jefe de Gabinete, Marcos Peña, en declaraciones realizadas el 17 de agosto: “Es muy difícil saber lo que piensan los chinos, lo que sí vemos es que están incrementando su presencia en todo el mundo. La única preocupación que nosotros tenemos con los chinos es que muchas veces hay países que se endeudan a un nivel que no es sostenible. Y cuando uno empieza a aplazar los pagos está perdiendo soberanía”.

No con los chinos, pero viene por ahí.

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