Gervasio Muñoz es la cara visible de una de las organizaciones más nuevas en la política posterior al triunfo de Cambiemos: Inquilinos Agrupados. Sin afiliación a ningún partido tradicional y por ello libre del sistema de compromisos, obediencias y secretos que esto implica, más que un soldado Gervasio es un cruzado. Cree que el sueño de la casa propia es un bluff, y por eso lucha por desnudar el negocio de una corporación rentística que, en sociedad con el gobierno de Rodríguez Larreta, pone a los inquilinos en una posición de vulnerabilidad total frente al manejo de los especuladores inmobiliarios.
A diferencia de los políticos grises que en muchos casos envidian su visibilidad pública, Gervasio vive como declama: es inquilino, y con recursos casi inexistentes consiguió consolidar una Federación Nacional que, entre otras cosas, logró que a la comisión la pagasen los dueños. Intercambiamos mails y este es el resultado de nuestra charla:
¿Cómo empezó la Federación Nacional de Inquilinos y cuál es su situación en este momento?
Empezó como iniciativa de unas pocas organizaciones de inquilinos que estábamos en comunicación. Y hoy es una federación que está en casi todas las provincias del país. Nuestra situación es difícil. No contamos con recursos de ningún tipo y por lo tanto se complica articular políticas específicas en el plano nacional. Igual es la primera vez que existe una experiencia así en el país y sabemos que estamos recorriendo un camino que nadie nos marcó. Y tiene el potencial y la dificultad que eso implica. Más allá de todo lo coyuntural, estamos convencidos de lo que estamos haciendo y no vamos a aflojar.
¿Por qué alguien que alquila podría acercarse a Inquilinos Agrupados?
Porque somos inquilinos, porque vivimos y sabemos perfectamente la angustia que se atraviesa cuando tenes que alquilar un hogar y en especial porque el acceso a la vivienda y alquilar de forma justa es una tarea colectiva, no individual. Y para eso estamos nosotros, para colectivizar un derecho que hoy es un negocio.
¿Cómo evaluás las políticas de créditos UVA para las personas que no son herederas y deben alquilar una vivienda?
No son políticas, son negocios para un puñado de privilegiados que tienen trabajo en blanco, estable, 400.000 pesos en el banco. El problema del crédito UVA, además de ser sumamente riesgoso y tramposo, es que pretende ser una política de vivienda cuando no lo es.
¿Qué te pasa cuando el Gobierno de la Ciudad y también el nacional comunican que el sueño de la casa propia es posible?
Es un planteo de casi toda la clase política y de todo el mercado inmobiliario. Decirnos eso no es inocente. Nos están diciendo que sigamos creyendo que vamos a ser propietarios, que hay que seguir soñando. También están invisibilizando la causa del problema. No nos dicen que hay que regular el mercado porque no quieren bajo ningún punto de vista afectar a los que tienen 200 viviendas. A la clase política y al mercado, entonces, les cierra por todos lados seguir abonando el sueño de la casa propia. El mercado sigue construyendo y ganando guita y la clase política repite promesas sobre una fibra muy sensible. Por eso nosotros cuestionamos el deseo de la casa propia. Nosotros no queremos ser propietarios, queremos alquilar de forma justa, no dejar la mitad de nuestro salario en el alquiler y tampoco queremos que haya una persona con 200 viviendas.
¿Y cómo evaluás el accionar de doce años de kirchnerismo en la materia?
Sin dudas es uno de los errores del kichnerismo. No haber tenido políticas para el sector mientras el mercado concentraba las viviendas en pocas manos fue, por lo menos, un error muy grande.
Soy muy crítico en este sentido del gobierno anterior. Pero también hay que decir algo fundamental. Durante el kirchnerismo no había organizaciones de inquilinos que plantearan una posición y la defensa del sector. Llegamos tarde y hoy nos toca plantear la regulación del mercado inmobiliario en un contexto político muy difícil para estas propuestas.
¿En qué consiste la ley de inquilinos que están proponiendo desde Inquilinos Agrupados y qué tipos de trabas políticas encontraron?
La ley plantea fundamentalmente regular el precio del alquiler por un índice promedio entre inflación y salario y la extensión de los contratos, de dos a tres años. Si esto sucediese habría un cambio estructural en la forma de alquilar. Sería un paso importantísimo para alquilar de forma justa y terminar con la especulación inmobiliaria. Con respecto a las trabas políticas, percibimos que la situación de los inquilinos es muy lejana a la clase política. Creo que los únicos inquilinos que conocen son los que viven en sus casas… Por eso es fundamental que logremos un cambio en el sentido común. Mientras los inquilinos y las inquilinas del país sigamos creyendo que el acceso justo a la vivienda es una cuestión individual y no colectiva, mientras la clase política se dedique al negocio de las viviendas, y mientras sigamos creyendo que alguna vez seremos propietarios, estamos jodidos.
¿Los políticos progresistas los apoyan?
El progresismo es más abierto a escucharnos, pero la verdad es que no mueven un pelo por la ley nacional de alquileres. Hay una excepción, es Vanesa Siley, ella está interesada genuinamente en la problemática.
¿Ama el macrismo a los pobres y a los extremadamente ricos y odia a la clase media?
El macrismo no existe. No hay nadie que sea “Macrista de Macri”. Lo que si existe es el poder económico poniendo a un tipo para que haga lo que ellos dicen que tiene que hacer. Nadie va a recordar a Macri. Nadie se va a emocionar con un discurso de Macri. No tienen alma, y por lo tanto no tienen sentimientos.
¿Quiénes son los principales aliados del proyecto inmobiliario del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires? ¿Se podría decir que son los verdaderos dueños de la ciudad?
El gobierno de la ciudad es parte del mercado inmobiliario, son amigos, socios, familiares…Si, son los dueños de la ciudad. Elzstain, Brito, Tizado, Constantini, Caputo, Calcaterra, etc.
¿Te sentís identificado con la clase política? ¿Estás cerca de algún partido?
Yo me siento identificado con los movimientos políticos, con las discusiones políticas, con la militancia de mi viejo (Fernando Muñoz) y de mi tío (Carlos Muñoz). Yo me siento identificado con todos aquellos que no somos dueños de las cosas ni de las casas y queremos que el mundo sea un lugar más justo y más bello. Por eso no estoy ni cerca ni lejos de los partidos políticos.
Sé que tenés una propuesta para evitar los onerosos depósitos y las muchas veces inconseguibles garantías y generar mecanismos para que se pueda construir más vivienda principalmente para los jóvenes. ¿Lo podrías contar en pocas palabras?
-Modificación del CCyC (Código Civil y Comercial). Un mes de depósito por cada contrato de tres años, y se devuelve actualizado.
-Terminar con las exigencias de títulos de propiedad y sea el estado el garante.
-Ley de plusvalía urbana. Si querés construir un edificio de 100 viviendas tenes que pagar altos impuestos.
-Construcción por parte del estado de viviendas públicas en alquiler.
-Ganarle a Larreta su gobierno de mercaderes inmobiliarios y que haya un gobierno de inquilinos.
¿Cuál es tu opinión acerca de que los planes de integración del Gobierno de la Ciudad entreguen viviendas a las familias desfavorecidas? ¿No hay por un lado un riesgo de gentrificación acelerada y por otro de perpetuación de la desigualdad con los hijos de los beneficiarios?
El gobierno entendió perfectamente que la mejor forma de expulsar a los sectores populares de la ciudad no es la topadora sino integrarlos a una ciudad carísima, darles viviendas, hacerlos propietarios y que estos cuando no puedan sostener el pago de tarifas, servicios, etc, decidan vender y Elzstain se quede con todo.
¿Considerás que un sistema de viviendas de propiedad estatal es posible? ¿Hay casos en el mundo de que esto pueda funcionar?
Toda Europa tiene viviendas públicas en alquiler. Creo que si la salud y la educación no podría ponerse en discusión que tiene que ser pública, la vivienda mucho menos. Porque sin vivienda no podes estudiar, trabajar ni tener salud.
¿Qué balance hacés de la mesa de diálogo que tuviste con diferentes organizaciones vinculadas al problema de la vivienda, de la cual participó Rodríguez Larreta?
El balance de la mesa es positivo en cuanto a que por primera vez el mercado inmobiliario y el gobierno tienen que sentar a la mesa una organización de inquilinos que no solo representa sino que además fija posiciones y negocia las medidas que se van a tomar. Lo negativo es que aún el gobierno hace que hace y la correlación de fuerzas es profundamente desigual. El gobierno no sólo es parte del mercado inmobiliario sino que por supuesto trabaja para él en detrimento de todos aquellos que aspiramos a que la ciudad sea de los habitantes y no del mercado inmobiliario. Por lo pronto, ya nada es igual. Hoy hay una organización que representa a los inquilinos y las inquilinas de la ciudad y no estamos dispuestos a retroceder en nuestra construcción.
Ahora, para terminar, te invito a un breve ping pong de Ponele. Decime dos libros que todos deberíamos leer antes de morir.
Creo que todos los libros se leen antes de morir. Mucho antes o un poco, pero todo lo hacemos antes de morir, así que como hoy estoy bastante oscuro creo que habría que leer: El libro del desasosiego de Pessoa y El principito jaja no, mentira, recomendaría Redoble por Rancas de Manuel Scorza.
¿Creés en Dios? ¿Por qué?
No estoy seguro.
¿Experimentaste con drogas? ¿Estás a favor de la despenalización?
No me acuerdo. Creo que sí. Debería preguntarles a mis amigos. Pero estoy a favor de la despenalización.
Si tuvieras que elegir un oficio para hacer de incógnito por el resto de tu vida. ¿Cuál sería?
Me gustaría ser un hacker groso y que funcione de veras el tema de ser incógnito.