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Gordita para pasar el invierno

Está medio de moda ser gorda, ¿no? Pero no “gordita para pasar el invierno”, como me dijo una vez un amigo hace años. Por supuesto que no me ofendió el comentario, me pareció bastante bueno, y sincero. Como persona de talle mayor (gorda, rellenita, no sé cómo autonombrarme porque viste que ya no se puede decir nada que estas minas se calientan) no hay nada que me genere más bronca que las palabras que dicen cosas sin decirlas.

Lo que me dijo el pibe fue directo y auténtico y reflejó todo lo que teóricxs e influencers se pasan escribiendo en papers larguísimos y vivos de IG. Hace años que las flacas son las lindas y las gordas tenemos que explicar constantemente que no tenemos problemas de salud y salir a argumentar eso de que los griegos nos glorificaban porque nuestros cuerpos representaban la abundancia y la fertilidad y bla bla bla e incluso que hay quienes consumen gordas pues hay un mito que indica que somos gauchitas y hacemos buenos petes, porque, si no, ¿de qué otra forma satisfacemos a nuestros hombres?*

Resulta que una anda por ahí siendo gorda (¿o soy normal?) y viene Bellamente y hace un posteo con letras grandes: “ESTÁ BIEN TENER UN NOVIO MÁS FLACO QUE VOS”. Bellamente, ¿por qué no decís directamente “las gordas también merecen amor”?

Gordismo y confusión: ¿ahora los nuevos modelos de belleza son gordos? La verdad es que las gordas no necesitamos ser las nuevas lindas. No era ese el problema, entendieron todo mal. Las minas en general tenemos que dejar de seguir ejemplos de lindura, no importa cuánto peses.

Encaré mal el comienzo de la nota: no está de moda ser gorda, está de moda ser distintx. Y gracias a la ola verde y banda de años de lucha tenemos una cierta sensación de libertad, de que podemos hacer lo que nos pinte con nuestro cuerpo, nuestra ropa y nuestra dieta. Pero ahí van las redes sociales y agarran el caminito de la imposición para ahora vendernos ser distintx, a todo costo. SÉ DISTINTO es el nuevo mandato. Pero ojo, gorditas: si imponemos nuestra belleza como absoluta, ¿cómo vamos a ser distintas después?

Loqui, no necesitamos que nos vean lindas ni necesitamos sentirnos lindas ni tampoco la belleza, la que nos van imponiendo, en los 90 en la Cosmo u hoy en la cuenta de Señorita Bimbo. Bah, cada una que necesite lo que quiera, pero cortémosla con las aprobaciones que nos dan cuentas de autoayuda falopa en Instagram. Seamos gorditas sin propósito, gordas ni lindas ni feas. Gorditas y ya. No gorditas para romper estereotipos, vender ropa moderna, pasar el invierno o gustarte. Gorditas porque sí.

*Nota al lector: hacemos hermosos petes. Mi mamá dice que es porque somos más hormonales. Yo ni idea, ella es de la generación que necesita andar explicando.

 

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