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La caída del programa Conectar Igualdad

Durante la campaña, Cambiemos insistió en “traer la escuela al siglo XXI con más tecnología, idiomas y mejores planes de estudio” en batalla con el plan Conectar Igualdad, la política educativa de la gestión anterior. Conectar Igualdad y su complemento, Primaria Digital, fueron los primeros en ser dados de baja por el gobierno de Macri. Le siguieron, luego, los Coros y Orquestas Juveniles del Bicentenario. ¿Por qué fueron los primeros en caer?

Cambiemos opera sobre el sentido común de sus votantes. La mentira en sus políticas queda expuesta en este proceder y se sostiene bajo el supuesto de que aquello que el Estado le “regala” a los pobres es algo que le saca a la clase media. En definitiva, la caída de estos programas representó un acto simbólico, algo que nunca tendría que haber ocurrido, un disparate. El escándalo de repartir dispositivos electrónicos entre docentes y estudiantes de forma gratuita y universal revienta el sentido común de cualquier gerente devenido en funcionario público.

Javier Castrillo, ex Coordinador del Programa de Investigación y Desarrollo de Conectar Igualdad y que tuvo a su cargo la creación y desarrollo del sistema operativo Huayra, manifestó que si bien formalmente el plan se dio de baja mediante un decreto presidencial el 2 de mayo del 2018, fácticamente comenzó a desmantelarse desde el día uno de la gestión Cambiemos. Ese proceso de desguace se dio porque nunca tuvieron ninguna directiva de trabajo, ni designaron a una persona que se hiciera cargo del programa. A su vez, día a día, fueron desconectando los teléfonos, sacando al personal de limpieza y la dotación de agua hasta que “un día, a las 5 de la mañana, vino un camión de mudanza y se llevó todo”.

 

¿En qué consistió el programa Conectar Igualdad?

Javier Castrillo hace hincapié en cuatro características básicas del Plan Conectar Igualdad:

1.La universalidad

Las computadoras eran para estudiantes y docentes. Esta es una característica que ahora no se cumple en los programas que intentan reemplazar Conectar Igualdad, como Aprender Conectados, Universos por Descubrir y otros. Hoy cada escuela recibe algo diferente y no es para los y las estudiantes sino para las instituciones, sin un programa organizado que articule esta distribución.   

En el caso de Conectar Igualdad, para llegar a todas las escuelas del país, el plan tuvo que centrarse en las actividades de gestión para garantizar la distribución de las máquinas y los pisos tecnológicos (instalaciones de red) de las 11 mil escuelas destinatarias.

Una mentira con la cual se justificó el cierre fue que sólo era un mero programa de repartición de netbooks, puro asistencialismo y marketing sin supervisión ni plan de implementación. Sin embargo, el desarrollo del programa requirió planificar diferentes etapas y abarcar diferentes dimensiones políticas, administrativas, técnicas y pedagógicas que iban desde garantizar acuerdos entre las 24 jurisdicciones, la logística de la entrega del equipamiento, desarrollar el programa operativo de los dispositivos, capacitar directivos, docentes y estudiantes en los objetivos y acciones previas a la entrega de las computadoras, hasta promocionar su uso y los soportes didácticos disponibles en los distintos formatos.

 

2. La localización

Las capacitaciones a equipos técnicos y docentes se consensuaron con los responsables de cada distrito y con el acuerdo de las 24 jurisdicciones del país. Si bien los técnicos y capacitadores eran financiados por el Estado Nacional, cada distrito elegía al personal del territorio que iba a las escuelas a reparar, asesorar y capacitar directivos y docentes bajo la premisa de que ellos conocían mejor las particularidades de cada localidad y su capacidad para entender las realidades sociales del lugar. A su vez, fortalecer los equipos provinciales para garantizar procesos de desarrollo local.

 

3. Soberanía, desarrollo local y movilidad social

Javier Castrillo sostiene que los equipos técnicos enseñaban a estudiantes a programar con las computadoras de Conectar Igualdad con el objetivo de generar capacidad instalada. Se contemplaba que, a largo plazo, pudieran programar el sistema de ferrocarriles, por ejemplo. Una política educativa en sintonía con las otras de la gestión kirchnerista.

 

4. Soberanía tecnológica

Cabe destacar que Conectar Igualdad fue el programa de inclusión digital educativa con mayor cobertura a nivel mundial hasta el momento y distribuyó seis millones de computadoras en once mil escuelas de todo el país. A pesar de que el plan movió muchísimo dinero y atrajo la atención de varias empresas multinacionales ávidas de hacer sus negocios, se priorizó siempre el desarrollo local.

 

Y llegaron las críticas

Una de las críticas en contra del programa se centró en señalar que entregaban dispositivos electrónicos en lugares sin acceso a internet o servicio de electricidad y que los estudiantes usaban las computadoras para jugar o para navegar en las redes sociales. También se estableció el mito de que “las computadoras eran malas” debido a los problemas en el software y hardware. Sin embargo, como establece la Resolución 123/10,  este modelo tecnológico hace foco en las prácticas docentes y en las dinámicas institucionales. No se limita a los aspectos técnicos de la incorporación de las TIC, sino que se relaciona con todo aquello vinculado con las oportunidades de apropiación.

En cualquier caso, aquello que se estaba cuestionando no era sólo la universalidad sino a los destinatarios de esta política de ampliación de derechos. Las críticas siguen reproduciendo los estigmas hacia las juventudes y las infancias a quienes cuesta tanto reconocer, en determinados sectores de la sociedad, como sujetos de derecho.

Otra crítica fue que las netbooks eran distribuidas sin haber capacitado a los docentes. Las capacitaciones existieron, pero quedaba siempre bajo la responsabilidad de directivos y docentes tomarlas. No se podía obligar a los profesionales de la educación a capacitarse compulsivamente sin tener en cuenta sus tiempos, necesidades y prioridades de cada institución, eso si sólo tomamos una dimensión de la dinámica escolar y olvidamos las múltiples demandas que atiende la institución educativa y los equipos docentes.

 

Historias mínimas

El hecho de que las computadoras puedan ir de la escuela a los hogares implica un impacto no solo en el acceso de las familias a la tecnología, sino también en la relación con la escuela especialmente entre aquellos sin competencias digitales previas, que desean aprovechar las posibilidades del nuevo dispositivo y aprender cómo usarlo. Como establece la Resolución 123/10,  la posesión particular de equipos potencia las oportunidades de mejorar la distribución social de la información, de garantizar el acceso a recursos variados, de desarrollar capacidades de trabajo autónomo y cooperativo, de generar nuevas modalidades y canales de comunicación que brindan oportunidades para la innovación a un sistema educativo en diálogo con el mundo de la ciencia, la cultura y el trabajo.  

El impacto del plan, a lo largo del país, se puede observar en algunas provincias. Entre algunos ejemplos que se encuentran relevados y sistematizados en Educ.ar, la plataforma del Ministerio de Educación, se encuentra Córdoba que,  en el marco del Plan Conectar Igualdad el I.P.E.M 323 “San Antonio”, desarrolló el proyecto “Alfabetización digital solidaria” y los estudiantes se convirtieron en alfabetizadores digitales en su comunidad. De esta manera, transfirieron conocimientos sobre manejo y uso de informática.

Otro ejemplo es Salta, en donde el Programa Conectar Igualdad entregó computadoras a escuelas de todas las modalidades de la educación especial. La directora, Adriana Pauna de la Escuela Especial N°7040 “Corina Lona”, destaca la importancia de recibir capacitación por parte de Facundo, un usuario ciego que capacita a los docentes con el programa NVDA, que es un lector de pantalla de código abierto para Windows.

Muchas de las críticas se hicieron con total desconocimiento del proceso de implementación sobre todo en la responsabilidad jurisdiccional de un programa con cobertura nacional. Quizás una de las grandes autocríticas sobre el Programa Conectar Igualdad tenga que ver con todo lo que no se comunicó. En todo caso, el plan ya no existe y “la escuela del siglo XXI”, como la plantea la actual gestión, no tiene alternativas ni por asomo igualables a la envergadura, la ampliación de derechos y la inclusión digital que significó el Plan Conectar Igualdad y todo indica que la brecha digital con Cambiemos vuelve a ampliarse.

 

Ilustración: Emiliano Ciarlante

Emilia C. Musacchio

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