Ilustración: Emiliano Ciarlante
Tarifas electrizantes
Desde el primer día de febrero rige el nuevo cuadro tarifario de energía eléctrica. Establece un aumento promedio del 26 por ciento en la boleta final como consecuencia del incremento del 38 por ciento en el precio a nivel mayorista.
En marzo habrá un nuevo incremento del orden del 14 por ciento producto de la suba del 33 por ciento del valor de distribución que cobran Edenor y Edesur en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
A mediados de año, la suba acumulada en este servicio será cercana al 50 por ciento y se espera que rija hasta el año que viene, si el dólar quiere.
Un usuario del servicio eléctrico en el AMBA que consumía un promedio de 300 Kw/hora abonaba $ 20 en enero de 2016. Luego del aumento de marzo de 2018, el mismo usuario deberá pagar $ 927: 45 veces más. En el mismo período, el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) sólo se duplicó.
Por otro lado, no hay industria sin energía. El 72 por ciento de las pymes considera que se debe reclamar por el alza del costo de las tarifas de acuerdo a encuestas del sector.
Gases lacrimógenos y carros hidrantes
La tarifa de gas también aumentará. Lo hará en torno al 35 por ciento, según adelantó en su momento el eyectado secretario de Energía, Javier Iguacel.
El incremento a los usuarios y a la industria no fue objeto de debate en el Gobierno porque el nuevo tarifazo lo sostuvo la actual conducción a cargo del ajustador todoterreno Gustavo Lopetegui, “ojos y oídos” del presidente.
La discusión se debió a si algunos conglomerados extranjeros que tienen tentáculos en el sector tendrían rentas extraordinarias y algunos grupos económicos locales, parte del “Círculo Rojo”, superextraordinarias. Lopetegui propone igualdad de oportunidades para empresas extranjeras, reduciendo la ventaja de los locales, de Techint en particular.
El incremento de la tarifa de agua se desdobló en un 17 por ciento en enero y otro de 27 por ciento en mayo, casi 50 puntos porcentuales en el acumulado.
¿Nos habían hecho creer que podíamos tomar agua? ¿Será la gota que rebalse el vaso?
Último bondi a Finisterre
La Red SUBE cumplió un año el 2 de febrero. Consiste en un sistema de descuentos para quienes combinan medios de transporte en el transcurso de dos horas. El segundo viaje tiene un 50 por ciento de descuento y el tercero, un 75.
Se lanzó cuando el boleto mínimo de colectivo pasó de $ 6 a $ 8. Hoy está $ 15, lo que representa un 87,7 por ciento más. El subte se disparó un 106 por ciento en el mismo período. Continuarán aumentando en febrero y marzo.
Las tarifas de los trenes metropolitanos tendrán una suba de hasta $ 3,50 en el primer trimestre del 2019. Las correspondientes a las líneas Mitre, Sarmiento y San Martín subirán $1,25 en enero y febrero y $ 1 en marzo. Los ramales Roca, Belgrano Sur y Urquiza aplicarán incrementos de $ 0,75 en cada uno de los tres primeros meses del año. El Belgrano Norte subirá $ 1 en enero y $ 0,5 en febrero y marzo.
De acuerdo a un informe del Ministerio de Transporte de la Nación, el 85 por ciento de los usuarios obtuvieron descuentos con Red SUBE. No obstante, combinar dos medios de transporte cuesta el doble que hace un año.
Ante esta situación, ¿Pappo podría decir “Sube a mi Voiture y olvida los Mercedes Benz”?
0 Km dividido dos
En enero se patentaron 59.844 automóviles, la mitad que un año atrás. La Asociación de Concesionarios de Automotores esperaba una fuerte caída debido al retraso de los ingresos frente al aumento del dólar y al nivel de las altas tasas de interés que limitan el acceso al crédito.
El informe mensual de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) informó que en enero la producción se desplomó un 27,7 por ciento respecto a diciembre 32,3 puntos porcentuales respecto al mismo mes del año anterior.
¿Y en dos ruedas? Las ventas de motos se desplomaron en enero más del 44 por ciento frente al mismo mes del año anterior. Se vendieron sólo 41.928 unidades.
El nivel de empleo en la industria automotriz tiembla porque, además, acumula stock para 6 meses. Una de las plantas productora de motos con peor perspectiva es la de Zanella en Mar del Plata. Su producción está parada. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) advirtió sobre un posible cierre. De advertencias sin acciones contundentes está empedrado el camino al infierno.
Sin paracaídas
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), consignó que en diciembre la industria se cayó casi un 15 por ciento, la mayor caída desde la implosión de la convertibilidad en 2002. El año pasado se perdieron 172 mil puestos de trabajo.
El sector productor de maquinaria y equipo es de los más afectados. En diciembre, presentó una baja del 29,4 por ciento y, en el año, una merma de 18,4 puntos.
La construcción retrocedió 20,5 por ciento en diciembre en términos interanuales. La devaluación, el aumento de los costos, el encarecimiento de los créditos tanto para producir como para adquirir y la incertidumbre son las causas del derrape. Se perdieron casi 18 mil puestos de trabajo el año pasado.
Y el cuarto año, restó panes y peces
El Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) monitores y estima la situación en el AMBA. Una encuesta a partir de entrevistas telefónicas a 1293 personas con teléfonos (fijos) realizada entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre de 2018, arrojó resultados dietéticos.
El 60 por ciento de los habitantes del segundo cordón de la zona norte del conurbano bonaerense disminuyó las porciones de comida por no contar con dinero suficiente para mantener el consumo.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la de mayor ingreso per cápita del país, el 35 por ciento disminuyó la compra de alimentos.
El poder adquisitivo de los salarios se hundió un 13 por ciento el año pasado.
Pero no todos pierden.
Ganancias extraordinarias de los bancos
Las acciones de entidades financieras subieron como consecuencia del negocio con ganancias inasibles para el promedio de la industria que habilita el Banco Central de la República Argentina (BCRA) con la tasa de las Letras de Liquidación (Leliq), exclusivas del sector financiero.
El precio de sus acciones escaló en promedio más de un 20 por ciento. Tras la crisis cambiaria de 2018, recuperaron su curso ascendente. En números redondos, el Central les paga un 60 por ciento anual y los bancos otorgan un 40 por un plazo fijo. Con esta diferencia, no necesitan expertos en ingeniería financiera.
Los depósitos que tiene el sistema financiero rondan los $ 2,780 billones. La cantidad de préstamos que tiene la banca en cartera totalizan $ 1,527 billones. Los encajes bancarios, dinero que no pueden utilizar los bancos, rondan los $ 581.
El resto del dinero que los bancos tienen disponible podría ser orientado hacia créditos a la producción pero los bancos lo destinan a efectuar negocios de corto plazo, fundamentalmente con Leliq. El último dato de enero muestra que el stock de Leliq es de $ 750 millones de pesos.
En términos técnicos, los bancos se la llevan en pala, menos el Central, que paga tasas astronómicas para intentar evitar una corrida al dólar antes de las elecciones.
¿Y el día después? ¿Y los días previos?