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El Estado y la justicia de la ciudad le dan una mano a Nike en sintonía con la nueva onda xenófoba

Ayer, lunes 29 de octubre, trabajadores textiles y vendedores ambulantes se movilizaron frente a la filial de Nike en Abasto. Lo hicieron para denunciar la hiperexplotación de los trabajadores textiles que coordina la empresa y la persecución a los vendedores ambulantes que promueve una alianza entre empresarios, el Estado y fiscales de la ciudad de Buenos Aires.

 

 

El nuevo chivo expiatorio

Al calor de la nueva onda xenófoba que entretiene las mentes y los corazones de los porteños, desde hace más de un año la fiscal Celsa Ramírez ordena allanamientos, detenciones y decomiso de mercadería contra trabajadores senegaleses. Se trata de la fiscal que impulsa la mayoría de los casos catalogados como contravenciones por uso del espacio público en la ciudad.

Durante los últimos dos años, empresas trasnacionales como Levi Strauss & Co y Nike la “premiaron” por su trabajo “contra la piratería”. Se trata también de la misma fiscal que había saltado a la fama cuando denunció a los Metrodelegados por asociación ilícita. Una pasionaria de los privilegiados.

Públicamente, las empresas, el Estado y el poder judicial de la ciudad hablan de cuestiones vinculadas a la ley de marcas, pero concretamente actúan reprimiendo a los trabajadores más precarizados en base a contravenciones. Hace apenas dos meses, la fiscal Ramírez encabezó una serie de allanamientos en Once.

Fue grave, amparándose en contravenciones ordenó una serie de allanamientos simultáneos, entraron en las casas de migrantes senegaleses, se llevaron mercadería y les robaron objetos personales para amedrentarlos. Los viejos y conocidos capangas del Once miraban como les jodían la vida y el trabajo a los más indefensos por la TV, que difundía en loop los cables de tu ministerio amigo.

 

Just don´t do it

El escrache de ayer se realizó simbólicamente frente a Nike porque “mientras esclaviza a los costureros y costureras en la confección de sus prendas, `incentiva´a magistrados argentinos para que persigan a vendedores ambulantes por distribuir imitaciones”, señaló Nicolás Caropresi, referente del MTE/CTEP. Y agregó “la venta ambulante no es delito, criminalizar la venta ambulante en contextos donde cada vez son más los que pierden el laburo es deshumanizante”.

 

Estas prácticas son sin embargo una parte esencial del modelo de negocios de la trasnacional de la pipa. Por razones exclusivamente económicas, Nike –al igual que su competidora Adidas y otras trasnacionales de la industria textil- externalizan sus actividades productivas en economías con mano de obra a costo bajo y regulaciones más precarias que en sus países de origen.

 

Transgresores de la boca para afuera

Desde sus inicios, Nike optó por una estrategia basada en una fuerte capacidad de innovación aliada a un marketing agresivo, ajustado siempre al sentido común trasgresor de cada época, de preferencia poniendo en primer plano a mega estrellas del deporte: de Michael Jordan a Tiger Woods y Venus Williams. Pero Nike emplea cerca de 20 mil personas, la mayoría en Estados Unidos, para tareas de investigación, desarrollo y marketing.

Las actividades productivas son en cambio localizadas en países con salarios bajos o condiciones de trabajo en negro, que favorecen la reducción radical de costos y salarios. El 55% de sus unidades de producción están en Asia y el 80% de la mano de obra, empleada de manera indirecta o tercerizada, específicamente en el sudeste asiático.

De manera tercerizada y precaria, Nike emplea más de 550.000 personas alrededor del mundo. Y es líder en el mercado de zapatillas deportivas con el 40% del mercado global contra poco más del 15% de Adidas. En 1980 Nike vendía 175 modelos de zapatillas, hoy son más de 1500 y está presente en 120 países.

Pero la movilización de ayer apuntó también a visibilizar otro accionar de Nike y grandes marcas que, en connivencia con el Estado y el poder judicial, funcionan con trabajo esclavo y después persiguen a los trabajadores y trabajadoras que quieren buscarse la vida fuera de sus talleres tercerizados. Costureros/as y vendedores/as ambulantes se están organizando junto al MTE y la CTEP-CABA para frenar las persecuciones y garantizar su derecho a trabajar dignamente. La movilización de ayer puso también a la vista esa novedad que se viene gestando por abajo.

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