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Orina sanadora: el mejor remedio podría ser dorado, gratuito y estar escondido en tu vejiga

En El guardián de los sueños, Margaret Salinger, la hija del famoso escritor ermitaño, narra, entre las muchas excentricidades de su padre, que bebía orina: no la primera ni la última de las casi innumerables terapias a las que se sometía para, se supone, alcanzar la eternidad. Y tan mal no le fue: a pesar de ser un fumar empedernido, vivió hasta los 91 años.

Pero Salinger no es el único. Xavier, un español de 50 años, combate la psoriasis con la ingestión de orina. Todos los días se levanta y desayuna un vaso de su primer pis.

“Yo, por sistema, para tratar mi psoriasis, tomo un vaso de mi primera orina de la mañana en cuanto me levanto. El chorro medio, es decir, ni el primer chorro de orina ni el último, sino la parte media. Todos los días. Y también me aplico un poco en las zonas en las que solía salirme la psoriasis. Mi chica lo toma sólo en momentos puntuales. Para un dolor de garganta, por ejemplo. Y las niñas lo mismo, sólo cuando están enfermas. Si se caen y se hacen una herida, ellas mismas se ponen un poco de su propia orina sobre la herida, sin que les digamos nada”.

A la psoriasis la tengo casi desde que era niño. Tendría unos doce años cuando tuve el primer brote. Mi padre y mi hermano también han padecido la enfermedad desde siempre. De pequeño era un infierno: te pica y te duele. También recuerdo las burlas y el asco de los otros niños. Mis eczemas, en los peores brotes, me llegaron a salir en la cara y en la cabeza, debajo del pelo. Terrible. Me afectó mucho durante la infancia, y los tratamientos eran muy agresivos, con corticoides. Imagina un cuerpo tan pequeño repleto de corticoides, antralinas, alquitranes. Vivía intoxicado. En la juventud, gracias a que empecé a relacionarme con gente interesada en el naturismo, fui capaz de controlar mi psoriasis con medicina natural. Por primera vez dejé de tomar medicación y de aplicarme cremas con corticoides. El eczema mejoró mucho, aunque nunca me desaparecieron los de los pies y las piernas”, dice Xavier.

 

Pis evangélico

La orinoterapia es antigua: se supone que se practica desde tiempos bíblicos. En el Antiguo y Nuevo Testamento, se hace mención al “agua de tu pozo” como una referencia a la orina; en Proverbios, Capítulo V, vers. 15 al 18.; y en el Evangelio según San Juan, al final de capítulo 7, “La promesa del agua viva”.

Los actuales seguidores consideran que la orina no es un desecho, sino una sustancia natural que “por alguna razón” el cuerpo desecha. Consideran que elimina la fatiga, aumenta la sensibilidad y la potencia sexual, prolonga la erección, y que ayuda a prevenir enfermedades como el cáncer de estómago, de ovarios y de mama, la diabetes, la insuficiencia renal, el síndrome nefrítico, las piedras de la vesícula biliar, el asma y la psoriasis, entre otras.

En Japón, muchas mujeres se bañan con orina. Las más valientes usan su propia orina y la hacen ingresar a su organismo vía enemas. La orina no es precisamente el mejor desayuno, pero es el elixir preferido por algunos santones de la India donde el beber la orina se viene practicando desde hace miles de años. Esta bebida es la preferida de los naturópatas y otros partidarios de “curas naturales”. La mayor atracción de este elixir casero es su costo, disponibilidad y facilidad de transporte. Es mucho más barato que cualquier bebida o líquido que tenga alguna propiedad curativa. La mayoría de la gente dice no experimentar efectos secundarios debidos a una intoxicación.

 

Hacerse amigo

La mejor orina, dicen sus cultores, es la de la mañana, la primera parte y no la última, que tiene los sedimentos. Se pueden beber hasta tres copas en un día. Lo ideal es comenzar de a poco: al principio oler la orina, tocarla, untarla en la piel; después comenzar a tomarla pero mezclada con algún jugo natural.

A la orinoterapia llegan por descarte pacientes que lo han intentado todo en otras áreas de la medicina. Quien no se ha curado con homeopatía, aromaterapia, acupuntura o medicina tradicional suele terminar curando sus males —o debería decir ahogándolos— en orines. El doctor Osorio ejerce desde hace 17 años y solo ha tratado con orinoterapia a menos de cien pacientes, según él, porque tenemos una prevención con el tema. Sin embargo, también afirma que los resultados son sorprendentes.

Quien se somete a ella se cura de problemas crónicos como dermatitis, artritis, artrosis, trastornos respiratorios, hipertensión y diabetes. No es difícil creerle porque basta con hacer sumas para darse cuenta de que no hay interés económico en sus palabras. Si la orinoterapia es tan eficaz como dice, se podrían curar enfermedades por las que la gente sufre media vida y gasta millones de pesos cada año.

Dice Xavier: “Con orinoterapia me he curado de resfriados, infecciones de los bronquios… A nuestros niños también los hemos tratado así. Aine, mi hija menor, se recuperó el año pasado de una tosferina después de tratarla sólo con su propia orina y con infusiones de llantén y tomillo. Estuvo quince días en casa y perdió días de colegio. Los médicos querían darle antibióticos para que se curase pronto y que pudiese volver a la escuela. Insistían mucho en eso. Y yo le decía: A ver, señor doctor, ¿no es mejor que descanse el tiempo que necesite y que su propio cuerpo reaccione ante la enfermedad, a atiborrarla de fármacos que, a la larga, dañan su organismo? Sinceramente, me parece una irresponsabilidad darle medicamentos a un niño cuando es innecesario. Si es algo grave, y no queda otro remedio, lo comprendo. Pero no en un caso así”.

 

Derivados

Los científicos están obteniendo distintos materiales de la orina, muy importantes para nuestra salud. Se trata de las hormonas y los materiales fisiológicos reactivadores. Algunos de ellos son:

UROKINASE: Disuelve los trombos (que son obstrucciones de la sangre) y cura las enfermedades cardíacas o insuficiencias de la circulación sanguínea.

FACTOR DE CRECIMIENTO DE LA PIEL (EGF): Reconstruye y reproduce las células u organismos lesionados.

FACTOR ESTIMULANTE DE COLONIA (CSF): Es efectivo para la división celular y su proliferación.

HORMONA DE CRECIMIENTO (GH): Esta hormona tiene diversas funciones reactivadoras: formación de proteínas, favorece el crecimiento de los huesos y disuelve grasas.

ERYTHROPOIETINA: Estimula la producción de glóbulos rojos.

GONADOTROPINA: Para la normalización del periodo menstrual y producción de espermatozoides y hormonas masculinas.

KALICREINA: Contra los problemas vasculares (inflamación) y para bajar la tensión arterial.

TRIPSIN-INHIBITOR: Tiene el efecto de prevenir y curar las úlceras de las membranas.

ARENTINA: Cura las heridas y las úlceras.

PROSTAGLANDINA: Se trata de un grupo de ácidos grasos que existen ampliamente en el organismo (hasta en los espermatozoides, sangre menstrual y líquido amniótico). Funciona en la equilibrada expansión de los vasos sanguíneos y la baja de la presión arterial. Estimula los músculos y el aparato digestivo entre otros.

INMUNOGLOBULINA: Creadora de anticuerpos para la protección humoral contra virus, bacterias y venenos.

ENDORFINA: Es una hormona que se produce principalmente en el cerebro y tiene gran efectividad para controlar el dolor como analgésico.

S.P.U. HORMONA: Es una hormona coordinadora de varios tipos de hormonas que se producen en la noche mientras se duerme. Por eso se recomienda tomar la primera orina de la mañana. Esta hormona, en poca cantidad, coordina o normaliza el desequilibrio entre cuerpo y mente y ayuda a reanimarnos.

La orina contiene también varias sustancias anticancerígenas, como antineoplastone, H-11, Ácido Beta indol-acético, directina, griokizarmetanol, etc.

Entre los famosos, hay una larga lista que practica la orinoterapia: el actor Will Ferrell, por ejemplo, el boxeador Juan Manuel ‘Dinamita‘ Márquez. Lyoto Machida y Lucas Gummo, luchadores, también la usan.

 

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