Ilustración: Emiliano Ciarlante
Factores internacionales
Estimada de diversos modos, existe una disminución de la tasa de ganancia de las corporaciones no financieras a nivel global a partir de 2013, luego de la recuperación manifestada tras 2008. La fase de disminución pronunciada y sostenida de la rentabilidad del capital suele derivar en crisis.
Tanto la Primera Guerra Mundial como la Segunda estuvieron fundamentadas en crisis y en luchas por el reparto de los mercados y los recursos naturales. La disputa entre Estados Unidos y China; sumada a los intentos de Europa, con Alemania y Francia como núcleo, para no quedar rezagada, también auguran tensiones que pueden derivar en variaciones abruptas de los tipos de cambio y “Guerra de Divisas”.
No es posible incidir sobre las causas internacionales.
Factores económicos
Para aproximar posibles comportamientos del dólar, se recurre a análisis estadísticos, del tipo de cambio real en primer lugar.
El indicador de paridad cambiaria cuando comenzó la primera corrida contra el peso con el desarme de las inversiones en Letras del Banco Central (Lebac), en abril de 2018, se ubicó en 100 puntos. Casi la misma que en diciembre de 2001. Luego del segundo simbronazo cambiario de 2018, en agosto, el indicador de tipo de cambio real escaló hasta 170 puntos y se colocó en los 140 a mediados de febrero.
¿Existe margen para continuar apreciando este año? Las estadísticas desprovistas de política son malas consejeras.
En la actualidad, la tasa de referencia es la de las Letras de Liquidez (Leliq). En lo que va del año, descendió de 60 a 43 por ciento anual. Esta baja se trasladó a la rentabilidad de los plazos fijos, que pasaron, en la actualidad, de 47 a 33 por ciento en el mismo período.
La estabilidad del tipo de cambio nominal se debió a que la tasa de las Leliq y plazos fijos fueron siderales, mucho mayor que la que ofrecía la rentabilidad en pesos producto de la devaluación probable.
Si el dólar en marzo pasara a equivaler $ 45, significaría un incremento del orden de 12 por ciento en un mes, contra un 3,5 de las Leliq. Si el dólar se ubicara en torno a los $ 55 a fin de año, la rentabilidad en pesos sería del orden del 37 por ciento anual. Por esto motivo, el mandamás del BCRA, Guido Sandleris, comenzó a subir nuevamente el retorno de las Leliq.
La suba de tasas tiene sentido también si se observa que la inflación anual superará los 30 puntos porcentuales, con un análisis optimista. La inflación del primer mes del año medida por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) da cuenta de que el proceso inflacionario no está desacelerándose sino todo lo contrario. Recordamos que la inflación minorista del año pasado fue de 47,6 por ciento mientras que la mayorista superó los 70 puntos, por lo que se trasladará los primeros meses del año. Meses que traen aumentos de tarifas que contribuirán a que la inflación se potencie.
Se tenga o no información, se cuente o no con una estrategia, los actores son múltiples y de intereses diversos, y las carteras comienzan a dolarizarse y a presionar sobre el tipo de cambio nominal.
Para este tipo de especulación financiera, es tan necesaria la estabilidad cambiaria la mayor parte del tiempo como momentos puntuales de grandes saltos cambiarios. El momento exacto es decidido por los diez “jugadores” de mayor tamaño y no se lo anticipan a los pequeños ahorristas.
¿Inundar la plaza con los dólares provistos por el FMI bastará para que no se dispare su cotización?
Factores políticos
Dentro de ciertos límites, la política determina la economía. En unidad y disputa con el capital financiero internacional, los grupos económicos locales tuvieron el control de la política y la economía durante las dos primeras etapas de valorización financiera (1976-1983 y 1989-2001). A pesar de su menor poder económico respecto al capital financiero, pudieron imponer la salida de la Convertibilidad con una devaluación abrupta del peso y no con la adopción del dólar como dinero de curso legal por contar con el andamiaje del estado: sistema político, poder judicial y medios de comunicación.
En el período 2003-2015, se vieron beneficiados por algunas políticas públicas como el desendeudamiento y la mayor dinámica de la economía, pero el proyecto económico tendiente al pleno empleo y con salarios más altos no representaba sus intereses.
Los dos polos actuales del sistema político electoral no contempla el proyecto económico de los grupos locales. Por un lado, está Cambiemos, representación del capital financiero internacional y conglomerados extranjeros, y, por otro, el espacio amplio que pivotea alrededor de Cristina Fernández.
Como tendencias principales, si Cambiemos impone el presidente en las elecciones de 2019, una potente devaluación será necesaria en el probable camino de una dolarización estricta de la economía, que incluye reducir aún más los salarios en dólares. Hasta entonces, el gobierno y diversos analistas de diversas tendencias acuerdan en que Macri debe exhibir estabilidad del dólar como propaganda principal y para que no haya un salto inflacionario y mayores pérdidas de poder adquisitivo y destrucción de industria y trabajo en un año electoral.
Los grupos locales pujan por una fuerte devaluación porque es la forma de principal de incrementar en pesos sus exportaciones realizadas a precio internacional. Marzo es un mes de grandes liquidaciones de exportaciones agropecuarias, pero el gobierno levantó la obligatoriedad de la liquidación de divisas. Ante la reticencia a liquidar, probablemente en marzo el dólar pegue un salto, sin superar la banda superior, en torno a los $ 51, a partir de la cual el BCRA puede y debería intervenir vendiendo dólares, para que la sobreoferta presione su cotización a la baja.
Junio será otro mes con novedades políticas porque se deben presentar alianzas electorales y candidaturas, 8/6 y 22/6 respectivamente, en las que se sabrá la amplitud de la alianza antineoliberal y si CFK será la candidata del frente. Si la ex presidenta se postula para un tercer mandato y su intención de voto tanto para la primera vuelta (27/10) como para la casi segura segunda (24/11) continúa en ascenso, “el mercado” podría desatar un ataque violento al peso tratando de chantajear a la sociedad con que si ella vuelve, las Siete Plagas invadirán Argentina.
En última instancia, el valor del dinero se sustenta en la productividad y en el valor agregado que posee la producción de la nación que lo emite. Es el rumbo del país, que se dirimirá en las elecciones presidenciales de 2019.