Ilustración: Emiliano Ciarlante
El 23 de enero de 1945, mediante el decreto N° 1440, la Secretaría de Trabajo y Previsión a cargo de Perón estableció el derecho de trabajadoras y trabajadores a gozar de un período de vacaciones pagas, también tomando medidas para facilitar el turismo. Meses atrás, Mauricio Macri comenzó a extender el período de la decadencia argentina y la herencia recibida al intervalo de 70 años.
El Presidente que lleva vacacionando de manera oficial 100 días en 3 años y no ha podido aprobar la reforma laboral que relativizaría este derecho, aplica políticas de disminución salarial que reducen el turismo interno, golpeando también a esta actividad económica, fundamental para algunas zonas de nuestro país.
Reserva y ocupación hotelera
De acuerdo a un reciente informe elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), el porcentaje de reserva hotelera en relación a la capacidad instalada viene mermando desde 2015.
Un relevamiento de 40 hoteles ubicados en distintos puntos de tres de las principales zonas turísticas del país (Mar del Plata, Córdoba y Mendoza), indica que era de 70 por ciento en diciembre de 2015, 65 por ciento en 2016, 57 por ciento en 2017 y es de sólo el 55 por ciento este año. Es decir que desde 2015, la reserva hotelera relacionada a vacaciones de verano (anticipo que aproxima el nivel de ocupación) disminuyó en torno al 35 por ciento.
La involución del turismo social, la forma de vacacionar más económica, también es sintomática. El “retroceso en el poder de compra de los jubilados está repercutiendo negativamente en el uso de los habituales paquetes para turismo social”, asegura el informe. Tomando como referencia 2015, en 2018 los pasajes relacionados con esta modalidad disminuyeron un 30 por ciento.
Canastas de vacaciones
Suelen establecerse tres niveles diferenciados de canastas de vacaciones de siete días de acuerdo al nivel de gasto, estimadas para una familia compuesta por dos adultos y dos niños.
El mismo informe indica que la variación acumulada desde 2015 es del 179,8 por ciento para el nivel “Gasolero”, de 177,3 para el “Selectivo” y de 170,5 para el “Premium”. A menor ingreso, mayor incremento. Los costos promedios son de $ 37.337, $ 44.278 y $ 50.973, respectivamente.
La canasta gasolera incluye pasajes en micro semicama, la selectiva en micro cama y la premium pasajes en avión. Asimismo, la gasolera incluye lo que se debería desembolsar por alquilar un departamento, la selectiva por una cabaña y la selectiva por un hotel 4 estrellas.
En 2015, la canasta promedio representaba el 101,6 por ciento del salario promedio. Luego de 3 años en los que “pasaron cosas”, la canasta promedio representa un 132 por ciento del salario promedio.
La canasta promedio de bienes y servicios de vacaciones de verano estimada por la UNDAV se encareció un 55 por ciento en 2018 respecto al año anterior, por encima de la inflación anual estimada (50 puntos porcentuales).
Según un relevamiento realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) plasmado en su informe del 19 de noviembre en relación al último feriado largo del año, “en 40 ciudades turísticas, las ventas de bienes y servicios asociadas al movimiento de este sector cayeron 5,1 por ciento frente al mismo fin de semana de 2017”.
Las inmobiliarias y las secretarías de turismo afirman que vacacionar en la costa argentina será entre un 25 y 30 por ciento más caro.
Turismo en el exterior y divisas
Debido a la abrupta devaluación del peso frente al dólar, las vacaciones en el exterior se encarecieron significativamente. Por esta razón, se presenta un desplazamiento hacia el turismo interno. Este hecho manifiesta que la merma de la ocupación hotelera en Argentina no es mayor debido a este fenómeno que compensa la baja.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó que el turismo de argentinos en el exterior cayó 10,8 por ciento en el mes de septiembre de 2018 respecto al mismo mes del año anterior, mientras que el ingreso de turistas del exterior subió 11,8 por ciento interanual.
Este fenómeno impacta de manera positiva en el mercado interno y resultaría racional si las divisas se emplearan de un modo productivo y no para financiar la fuga de capitales ni el pago de la deuda externa.
Pero resulta un nuevo engaño para quienes votaron al gobierno actual contra el anterior por pensar, entre otros motivos, que podrían vacacionar en otros destinos.
Producción y empleo
El turismo como actividad productiva en Argentina representó más del 10 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) en 2018 de acuerdo al Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés).
Su disminución impacta en la reducción del PBI y resulta devastador en algunas zonas en las que es la principal actividad, generadora de empleo, como estructuradora del desarrollo local.
El sector de Viajes y Turismo genera más de 1,5 millones de puestos de trabajo. En caso de despidos por descenso de la actividad, estas personas desempleadas no podrán vacacionar. ¿Y comer?
El economista Solari afirmó: “El futuro llegó hace rato, todo un palo, ya lo ves. Veámoslo un poco con tus ojos (…) Estás llamando a un gato con silbidos, el futuro ya llegó, llegó como vos no lo esperabas. Todo un palo, ya lo ves”.