La historia del retrato artístico es muy antigua. Viene del siglo V (a. C.), cuando los reyes persas creían conveniente que su imagen se inmortalizase en monedas. Nunca salieron del todo de la historia del arte y fueron cambiando de formas: desde los retratos pintados por los romanos hasta los fotográficos de la actualidad. Podríamos ir leyendo en su historia las distintas características de la época.
El artista David Brito encontró un nuevo lenguaje con sus retratos bordados. En su cuenta de Instagram comparte imágenes increíbles tanto de los que le encargan como de los que hace por puro placer creativo.
Desde Ponele hablamos con este artista innovador que busca llenar de hilos coloridos esa red social.
¿Cómo fue que te acercaste al mundo del bordado?
Llegué al bordado de una forma particular. Si bien estudié la carrera de arte, me especialicé más que nada en pintura. Al terminar, empecé a hacer un taller de producción, donde se iba a pensar la obra en general. Ahí conocí a una compañera que trabajaba en telar. Yo hacía bastidores para pintar y esta compañera me pidió un bastidor para bordado, y ahí empecé a conocer el telar. Me copé con la idea de pasar mis pinturas a lo textil, así fue como empecé. La confección del telar para después bordar sobre el telar me llevaba mucho tiempo, y al final me pasé directamente al bordado. Mis primeras aproximaciones fueron no tanto retratos, sino algo más ligado al arte conceptual. Después, a medida que me metía en la técnica, arranqué con la idea de probar bordar a partir de fotos tanto de animales como de personas.
¿Qué elementos particulares encontrás en los retratos bordados? ¿En qué se diferencian de los retratos pintados?
No es que encontré un elemento que me haga elegir el bordado por fuera de la pintura. Digo esto porque la pintura me encanta. Yo caí en el bordado al ir buscando una forma de extender mis conocimientos de la pintura, como una forma de extender esos conocimientos. Pinto desde que tengo uso de razón y, en un momento, me parecía que ya conocía todos los soportes y formatos.
Creo que no hay tanta diferencia entre el bordado y la pintura. Pienso que la forma en la que llevo a cabo mis bordados no tiene separación con la pintura: lo pienso desde el color y de la forma, uso el hilo y la aguja igual que si estuviera usando el pincel y la pintura. No uso un patrón de punto, no respeto ningún patrón ni ninguna línea. Ese es el tipo de bordado que hago, uno distinto al bordado decorativo, que busca plasmar la imagen, los colores y la expresión.
También acostumbrás a retratar a famoses casi inalcanzables. Billie Eilish, Leo Messi, Rosalia y Cassie de Euphoria, entre otres. ¿Tuviste respuesta de alguno de ellos?
Solamente de Rosalía. Ella tiene otra cuenta, que la administra ella misma y se llama @holamotomami, y desde esa cuenta me reposteó un video de un bordado. Pero no tuve ningún tipo de conversación ni nada, solo me reposteó. Me encantaría que me reposteen todos los famosos a los que les hago retratos bordados. ¡Sería supergratificante! Ojalá pase.
¿Un artista vivo que te guste?
Tengo muchos referentes, pero si tengo que elegir uno, elijo a Daniel Santoro. Me encanta su obra en general, su simbología, su iconografía, el tratamiento de la pintura, todo. Crea unos espacios un poco oníricos, buenísimos. Otros que no quiero dejar de mencionar son Chiachio & Giannone. Ellos me inspiraron un montón, me parecen grandes referentes del bordado y del arte en general. La resignificación que encontré en los retratos un poco salió de ahí.
¿Qué retrato bordado te encantaría que te encarguen?
Me encantaria que me encargaran un retrato bordado de la Rosalia, me encanta bordarla. Hace mucho pienso en hacer un retrato de Eva Perón y me encantaría hacer uno de Cristina Fernandez de Kirchner.
¿Hay alguna película o serie que pensás que nadie debería dejar de ver?
Soy muy fan de la cultura animé. Si tengo que elegir una película, es El viaje de Chihiro. Todos deberían ver esa película. Sobre todo por el contenido artístico.
Un lugar al que te gustaría ir buscando imágenes para retratar.
Hay unas tribus de África que me encanta cómo se adornan el cuerpo y la cabeza. Hay una cuestión de la corporalidad ahí, muy marcada. Me gusta mucho ese trabajo, lo entiendo como una práctica artística también. Lo hacen con materiales que encuentran en su lugar, tierra, arcilla, flores, hojas. Me encantaría hacer un retrato bordado de esas imágenes.