Sin ningún Mundial y con la Copa América lejana en el horizonte, una extraña organización dispuso que el torneo se reanude a fines de enero, acortando la pretemporada de los equipos, lo que se evidencia en el desgaste físico sobre los minutos finales de los partidos.
Pero además, con la implementación de torneos largos a partir de 2015, y el aumento de equipos de 20 a 30, para su posterior reducción a 28 en 2017 y 26 en el actual certamen, los hinchas han elevado la voz debido a que esta nueva forma de competición acortó notoriamente la cantidad de partidos por año, quitándole a los fanáticos muchas oportunidades para alentar a su equipo en la cancha. Ante la negativa de realizar un torneo a dos ruedas, la AFA resolvió la creación de una nueva competición: la Copa de la Superliga.
¿De qué se trata?
El torneo está planeado para disputarse después de la finalización del torneo de primera división, entre el 14 de abril y el mes de mayo. La jugarán los 26 equipos pertenecientes a la Superliga, con un formato que clasifica a los primeros seis de la tabla a octavos de final, mientras que los ubicados del séptimo al último puesto deberán jugar una serie preliminar entre ellos.
Todas las fases serán ida y vuelta, con el equipo mejor ubicado en la tabla con el privilegio de definir de local, a excepción de la final, que se disputará a partido único y en cancha neutral. Además, esta copa otorga cupos a competiciones internacionales: el campeón disputará la Libertadores 2020, mientras que el subcampeón conseguirá un pase para la siguiente Sudamericana.
¿Retribución o espejismo?
Este proyecto de la AFA fue lanzado como una manera de completar el calendario, que había quedado vacío debido a la inusual cantidad de equipos que disputa el torneo de primera división, a causa del intento paulatino de retrotraer la cantidad de equipos a 20, como lo era hace 5 años.
Pero, realmente, ¿nos devuelven lo que nos quitaron? Tomemos en cuenta una era cercana, el año 2014. Dos torneos cortos a lo largo del año conformados por veinte equipos. Son 19 fechas por torneo, 38 por año y, asumiendo que juegue la mitad de los partidos de visitante, son 19 oportunidades anuales para que el hincha vaya a la cancha.
Actualmente, con 25 fechas a lo largo de la temporada, tanto la cantidad de partidos anuales como los partidos de local se reducen más de un tercio, sumado a que, con la reaparición del futbol codificado en manos de Fox Sports, el que no posea el “Pack Fútbol” tendrá que limitarse a mirar la tribuna. Los altos precios de las localidades que manejan los clubes también son un importante condicionamiento para el pueblo futbolero, al que año a año le han quitado un poco más de futbol.
Esta Copa de la Superliga aparece como solución, pero no es más que una pantomima. Los diez equipos que queden eliminados en la ronda previa habrán tenido solo dos partidos más, mientras que los dos finalistas (asumiendo que no hayan clasificado directamente a octavos), habrán contabilizado 9 partidos en la copa, llegando a 34 en la temporada y sin alcanzar los 38 de antaño.
En conclusión…
La creación de este torneo está más apoyada en los derechos televisivos que en la gratificación hacia el hincha, al que le han ido recortando su vida futbolística durante los últimos años con diversas medidas, además de no favorecer en nada a los equipos que disputan torneos internacionales, ya que deberán afrontar una doble competencia aún finalizada la Superliga, y además se perjudica al quinto y al décimo de la tabla, ya que sus cupos para Libertadores y Sudamericana respectivamente pasan a ser del campeón y subcampeón de la copa (el quinto clasifica a la Sudamericana, el décimo se queda con las manos vacías).