David Graeber es un antropólogo que se hizo conocido en 2013 por señalar que gran parte del trabajo que se realiza en la actualidad no tiene razón económica o social para existir. Los llamó “bullshit jobs” (trabajos al pedo). Ahora editó un libro sobre el tema. Te resumimos esta entrevista a Graeber para que la leas en tu trabajo al pedo:
“Un bullshit job es aquel que la persona que lo realiza secretamente piensa que podría no existir y no habría diferencia. Alrededor del 40% de los trabajadores dicen que su trabajo no tiene ninguna importancia. Creo que tenemos que asumir que esa autovaloración de la gente es mayormente correcta: sus trabajos realmente tienen tan poco sentido como ellos piensan.
“En mi investigación encontré que los bullshit jobs no se concentran tanto en el trabajo manual y los servicios como en los puestos administrativos, gerenciales, supervisores y trabajos de oficina. Un montón de trabajadores en cargos gerenciales medios, relaciones públicas, recursos humanos, marketing, creativos, consultores financieros sienten que sus trabajos no tienen sentido, pero también mucha gente en campos como telemarketing o legales dentro de una corporación.
“Una de las cosas que noté es que el ideal de staff `ágil y eficiente´ es aplicado mucho más sobre los trabajadores productivos que en las oficinas. No es raro que el mismo ejecutivo orgulloso de haber achicado y agilizado el departamento de ventas, luego gaste el dinero que se ahorró en mantener sus oficinas llenas de una especie de séquito feudal de lacayos inútiles. Tienen equipos enteros de personas que sólo están allí para diseñar el gráfico de sus informes o escribir elogios en una publicación interna que nadie lee o, en muchos casos, no están haciendo nada en absoluto, solo jugando en la computadora o armando memes con fotos de gatos. Pero son mantenidos porque el prestigio e incluso el sueldo de algún gerente es medido por cuánta gente tiene trabajando para él. Esto es más cierto en la medida en que los beneficios de una empresa provengan más de las finanzas que de producir y vender algo realmente. Yo lo llamo `feudalismo gerencial´.”
“Pero no se encuentra sólo en el sector financiero, inmobiliario o de seguros: también vas a encontrar una plaga de cargos intermedios en las industrias creativas, cuyo único rol es estar sentados todo el día tratando de venderse cosas entre ellos. En salud y educación pasa lo mismo: las autoridades creen que necesitan pequeños escuadrones de asistentes que no tienen nada que hacer, así que terminan pidiendo informes cada vez más complicados a los docentes, doctores, enfermeros… que así tienen menos tiempo para enseñar, curar o cuidar a alguien.”
“Hay una relación perfectamente inversa entre cuánto tu trabajo beneficia directamente a la sociedad y la remuneración. El resultado es una cultura política del resentimiento que resulta tóxica. Quienes tienen bullshit jobs están silenciosamente resentidos contra los trabajadores que realmente hacen algo útil, y se indignan cuando demandan mejores salarios, salud o vacaciones pagas. Los trabajadores que hacen cosas útiles se resienten contra la elite liberal que logra acceder a los trabajos útiles con los mejores sueldos, el mejor trato y el mayor respeto. Todos esos resentimientos hacen muy difícil que podamos hacer algo juntos.”
“A pesar de que para algunos estos trabajos sin sentido son un problema menor, la abrumadora mayoría se siente miserable en estos puestos de trabajo. Hay reportes de depresión, ansiedad, enfermedades psicosomáticas. Mi conclusión es que psicológicamente no es exacto que la gente quiera trabajar, es más bien que la gente quiere sentir que está transformando al mundo que la rodea de una manera positiva para otras personas. De algún modo, de eso se trata ser humano. Si las apartás de eso, van a comenzar a derrumbarse. El problema no es el aburrimiento.2
“La mayor parte de las personas que terminan sus estudios ya no pueden preguntarse “¿Qué quiero hacer?” sino “¿Podré conseguir un trabajo que me permita mantenerme y no avergonzarme de él?”. Es una trampa: a menos que tengas mucha suerte, tus opciones son dos: podés conseguirte un bullshit job, que te va a permitir pagar el alquiler pero te va a dejar con la culpa de que estás siendo forzado a ser un parásito o una estafa. O podés conseguir un trabajo útil que ayude a la gente con cosas que quiere o necesite, pero vas a ganar tan poco que no vas a poder ayudarte ni a vos ni a tu familia.”
“Como antropólogo, sé que el ocio no es un problema en sí. Hay muchas sociedades en donde la gente trabaja de dos a tres horas diarias como máximo, y luego encuentran todo tipos de cosas interesantes que hacer con su tiempo. La gente puede ser infinitamente creativa si le das tiempo para pensar.”
“Si contamos a la bullshitización del trabajo real, todas las personas que están desempeñando tareas útiles para empresas de bullshit jobs, todos los empleados de limpieza, recepcionistas o choferes que no saben que la empresa para la que trabajan es básicamente una pantalla para evadir impuestos, o algo así, quizás la mitad del trabajo que están haciendo es totalmente innecesario. Sólo pensemos en cuánta cultura, música, ciencia, ideas podrían surgir si todas esas personas fueran liberadas de esas tareas que ellos realmente piensan que son importantes. Si es una cuestión de responsabilidad personal, solo digo que le demos a cada uno lo suficiente para vivir, alguna especie de ingreso universal básico, y les digamos “ok, ahora sos libre de decidir por vos mismo qué vas a a hacer para contribuir al mundo”. Seguro, mucho de lo que hagan no tendrá sentido. Pero difícilmente sea el 50% del total de cosas que hagan, y esa es la situación que tenemos hoy.”