Puede decirse que Instagram es tan amplio, adictivo, diverso e infinito como cada usuario quiere. En la misma red social hay distintas posibilidades, personas que suben fotos de sus mascotas, poetas que difunden propuestas nuevas y particulares, tías setentonas que les sacan fotos a sus carteras, negocios de remeras rockeras, fotógrafos que recorren lugares exóticos, abuelas obsesionadas con sus nietos, organizaciones que denuncian abusos policiales, etc. Hay de todo.
Dentro de esta variedad, se encuentran cuentas como la de @Sexhum.arterotico, un interesantísimo colectivo de arte erótico. Desde Ponele hablamos con Malena Mayán, actriz, perfomer, productora cultural y tallerista que forma parte del colectivo.
Malena, ¿cómo surgió la idea del colectivo Sexhum?
Sexhum comenzó como un trabajo dentro del marco universitario para la materia Improvisación y Composición Coreográfica II de la Licenciatura en Composición Coreográfica mención Expresión Corporal de la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Fue un trabajo dirigido por la creadora de Sexhum, Natalia Maldonado, quien, aparte de artista escénica es psicóloga y sexóloga. Junto con Maira Armendano, una chica que ya no forma parte del proyecto, fuimos las intérpretes de ese trabajo.
Luego el interés se fue ampliando y Sexhum se convirtió en una obra con más intérpretes en escena, música original, etc., a la que llamamos “SEXHUM 2020”, que fue presentada como work in progress en noviembre de 2019 en la Casa del Orgullo de Buenos Aires. Teníamos pensado estrenar en abril de 2020, pero por el contexto pandémico nos adaptamos a la virtualidad, y transformamos la obra en una performance erótica virtual con funciones en vivo mediante la plataforma Zoom. Durante el año 2020 llevamos adelante muchos proyectos desde Sexhum: las funciones en vivo con un after en el que se armaba algo así como una “fiesta virtual”; el FESTIVAL SEXTIEMBRE, donde recibimos la primavera con una semana de propuestas virtuales dentro del marco arte, sexualidad y educación; hubo talleres, charlas, debates y performances en vivo. En noviembre de 2020 filmamos un mediometraje erótico, también llamado “SEXHUM 2020”, en el que continuamos con la idea original de la obra como planteamiento escénico pero atravesado por las herramientas de las artes audiovisuales. Este proyecto fue una coproducción junto a Páramo Cultural.
Absolutamente todes somos eróticxs, y democratizar esa búsqueda me parece uno de los compromisos más grandes de Sexhum, junto a la importancia de desmitificar varios tabúes que aún persisten alrededor del erotismo y la sexualidad en general
Por este motivo, comenzamos 2021 con ganas de crecer aún más y convertir a Sexhum en un verdadero colectivo de arte erótico donde puedan gestarse diversos proyectos multidisciplinarios dentro del marco del erotismo, el arte, la cultura y la libertad sexual y de género, que son las banderas que cada día levantamos colectivamente desde nuestro humilde lugar. A lo largo de este año, llevamos a cabo diversos proyectos dentro del colectivo: un cine-debate, dos ediciones del taller Cuerpo Placer, un podcast de relatos eróticos llamado “ORAL”, que pueden encontrar en nuestro perfil de Spotify, diferentes producciones audiovisuales y fotográficas y mucho contenido para nuestras redes sociales, especialmente para Instagram.
¿Qué razones hay para militar el arte erótico?
Me gusta pensar que el arte erótico simplemente es. Lo siento, incluso, como una necesidad exenta de razones pero llena de fuego, ideas, cuerpo, sensibilidad, compañerismo, comunión, encuentro, libertad. A diferencia de lo que muches creen, el arte erótico no es lo mismo que consumir pornografía, hay un trasfondo muy importante de aquello que se quiere contar, transmitir, una forma especial de entrenar sensiblemente al cuerpo. El arte erótico es AMPLÍSIMO: suele tenerse una mirada muy sesgada de aquello que es –y no es– erótico. Lencería roja, cuerpos hegemónicos, penes grandes, vaginas depiladas, encuentros lo más heterosexuales posibles, prácticas de BDSM, etc. Pero realmente lo erótico es totalmente subjetivo y nace de cualquier lugar, momento, persona y situación. Absolutamente todes somos eróticxs, y democratizar esa búsqueda me parece uno de los compromisos más grandes de Sexhum, junto a la importancia de desmitificar varios tabúes que aún persisten alrededor del erotismo y la sexualidad en general. Si me apuran, puedo decir que dos buenas razones para militar el arte erótico serían democratizar el placer y sabernos diversos.
Contanos algo de los talleres que ofrecen.
Actualmente estamos ofreciendo el taller Cuerpo Placer, que guiamos junto a Natalia Maldonado. Es un espacio de investigación de movimiento erótico y composición escénica que ya tuvo dos ediciones. La primera fue en mayo y junio de este año virtualmente a través de Zoom y cerramos el taller con el montaje colectivo de una performance erótica virtual, y la segunda edición la llevamos a cabo presencialmente en Feliza (un espacio cultural queer de CABA) durante septiembre, octubre y noviembre, y cerramos el proceso con el montaje de un videodanza erótico que se encuentra en proceso de postproducción. Con el lanzamiento de este videodanza vamos a estrenar nuestro canal de Youtube.
Justamente, lo erótico forma parte de la sexualidad humana. Hace falta muuucha educación en lo que respecta a autoerotismo
En Cuerpo Placer trabajamos con la expresión corporal como disciplina de base y también desde la sensopercepción para la integración de la imagen corporal, ejercicios de meditación, herramientas de psicodrama y danzaterapia, coreografías, ejercicios de escritura y fotografía, danza contemporánea, improvisación, juegos teatrales, creación de personajes, composición escénica, recursos audiovisuales para videodanza, conocimientos básicos de rítmica, entre muchas otras cosas. No se requieren conocimientos específicos de ningún área en particular, ni un tipo de cuerpo, ni una edad estimada. Lo más importante es el respeto, la confianza, la escucha abierta y la disponibilidad física. El erotismo siempre está ahí, solo necesita un espacio para emerger.
¿Hace falta algo así como una ESI de erotismo?
Sí, claro, pero sin separar el erotismo dentro de la Educación Sexual Integral. Justamente, lo erótico forma parte de la sexualidad humana. Hace falta muuucha educación en lo que respecta a autoerotismo, y me parece clave la integración de una imagen corporal positiva: intentar corrernos de todo eso que nos enseñaron sobre la belleza de los cuerpos y observarnos con otros ojos, desarrollando mayor conciencia de lo poderoses que somos por el cuerpo que tenemos con todo el erotismo, la sensualidad y la abundancia que eso significa.
Por último, un mini ping-pong.
¿Un podcast sobre erotismo? “ORAL”, obviamente. El nuevo podcast de relatos eróticos de Sexhum que ya está disponible en Spotify.
¿Una comida afrodisíaca? Vino y chocolate, chocolate y vino. No puedo elegir.
¿Un libro de literatura erótica que nadie se puede perder? No consumo mucha literatura erótica como para recomendar algo, realmente. Pero me gustan mucho algunos poemas de Alejandra Pizarnik que tienen un tinte entre erótico, dramático y fantasioso. También un libro llamado Pornosonetos de Pedro Mairal, son poemas pornográficos con mucho humor.
¿Una película, serie o documental que te haga pensar sobre el placer erótico? Me gustan mucho los films de los directores Gaspar Noé y Almodóvar. Tienen una búsqueda erótica en sus creaciones que me resulta muy inspiradora, tanto por el guion como por los aspectos más estéticos.
¿El mejor álbum de música para erotizarse? Alguno de Two Feet.