Desde hace un tiempo, ir al baño y sacarse un foto se volvió una tendencia, moda, fetiche. Si bien al principio nació como una forma nueva de mostrar sensualidad o una cuestión de estatus -¿compartir que une estuvo en un baño de cierto bar famoso es una forma canchera de ser canchero?-, con el paso de los años se fue deformando hasta lo impredecible. Hoy, en las selfies del baño entra una gran variedad de estilos: formas atípicas de ser sensuales, fotos artísticas, acrobacias para entrar en un espejo de a dos, intentos fallidos donde se coló la abuela y hasta una denuncia de la actriz Shakina Nayfack. Esta última es una mujer trans estadounidense, quien, al tener un certificado de nacimiento que la categoriza como varón, en Carolina del Norte debe seguir usando un baño que no le corresponde.
Desde Ponele seleccionamos algunas y armamos una Fotogalería bien diversa.