El K-pop, como se conoce al pop de origen coreano, logró algo que unas cuantas bandas de rock político hubieran querido: que sus seguidores, organizados, pudieran llegar a ser los responsables de una especie de chasco...
El K-pop, como se conoce al pop de origen coreano, logró algo que unas cuantas bandas de rock político hubieran querido: que sus seguidores, organizados, pudieran llegar a ser los responsables de una especie de chasco...